Hay vidas que, por humildes que sean, pueden llegar a ser más ricas y alegres que aquellos que lo tienen todo servido en bandeja de plata. Es el caso de Misao y su peculiar gato Fukumaru.
Cuando ella lo encontró y le vio los preciosos colores de cada uno de sus ojos, supo que iban a ser compañeros inseparables. Ambos se dan cariño y compañía, en un mundo pequeño y humilde.
«Bajo el sol, todos los día son buenos, Fukumaru«, comenta Misao. Tras ocho años de mutua compañía, Fukumaru no se separa de su dueña, ni siquiera en el huerto, donde Misao siembra, cuida y recoge sus verduras.
Las fotografías han sido tomadas por su nieta, la fotógrafa Miyoko Ihara, miembro de la asociación cultural Sociedad fotográfica de Japón, cuyo fin es la de promover la amistad internacional y el avance de la cultura mediante la fotografía.
A continuación tenéis más fotografías de Misao y Fukumaru, disfrutadlas:
Fuente: White Maneki Cat
Fundador, redactor jefe y editor de Deculture.es. Jugón desde la vieja escuela, amante de JRPGs y SRPGs, a poder ser de estilo clásico. Lector de cómics, amante del manga clásico.