Jugando a… ‘Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca’

presiones de la primera partida a la versión comercial de Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca, un JRPG de Level-5 y Studio Ghibli para PlayStation 3.

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Desde el 1 de febrero podemos disfrutar en Europa de una de las colaboraciones más destacables en la industria de los videojuegos y la animación japonesa. Level-5, responsable de títulos y franquicias que han dejado su enorme huella como El Profesor Layton, Dark Cloud (y su secuela), Rogue Galaxy y Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito, une alianzas con Studio Ghibli, uno de los estudios de animación más emblemáticos no solo en Japón sino también en todo el mundo que nos ha dejado joyas como La Princesa Mononoke, La Tumba de las Luciérnagas, El Viaje de Chihiro, Porco Rosso y otras tantas películas de animación.

No son necesarias más presentaciones, me refiero a Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca para PlayStation 3. Como ya tengo el juego en mis manos, he subido los primeros minutos de juego (45 minutos aproximadamente) para aquellos que aún no hayan podido hacerse con su copia. Si es así, ya estáis tardando.

Os aviso de que no hay mucha batalla en esta primera hora de juego. Partimos de Motorville para conocer la historia que empuja a Oliver hacia Ni no Kuni, también conocido como “El Otro Mundo”, un mundo de fantasía y magia cuyos seres y habitantes están conectados espiritualmente con nuestro mundo. He de reconocer que el comienzo de la historia es algo atropellado, sentí como que me metían con calzador en el mundo mágico, sin tiempo para descubrir a más personajes que a Oliver y Drippy. Aunque más adelante, cuando avancemos en la historia, nos invitan a conocerlos algo más durante varias misiones que requerirán ir de regreso al mundo de Oliver.

Sin embargo, nada más llegar a Ni no Kuni, veremos cómo hasta los más pequeños detalles se nos explican y tienen su razón de ser en el juego, algo que enriquece a esta historia que, pese a ser en comienzo sencilla, viene cargada con los valores universales a los que Ghibli nos tiene acostumbrados en sus películas.  Curiosamente, y pese a lo recién comentado, la historia, la planificación y la supervisión no corren a cargo del estudio de animación japonés, sino de Level-5, concretamente de Akihiro Hino.

La Orquesta Filarmónica de Tokio y Joe Hisaishi te tocan el corazón desde el comienzo con su música. Y no os toméis esto como un edulcorante, porque para nada lo es. Lo llevo diciendo desde mis primeras impresiones del juego, la música es preciosa, y está tan cuidada y trabajada que logra conectar con el jugador de una manera increíblemente rápida y sencilla. Os lo juro, me da pena abandonar el mapamundi, porque es una de las mejores composiciones que he podido escuchar en estos años. Y a la vez me apena que Namco Bandai Games y Level-5 no se hayan esforzado lo suficiente como para deleitar a los usuarios de la Wizard’s Edition con la Banda Sonora Original (nada de selecciones musicales, este juego merecía la banda sonora). Pero bueno, siempre nos quedará la importación.

Los combates ya me vienen gustando más que en la demo, pero en principio son terriblemente sencillos. Aunque no aparece en el vídeo que os muestro, he llegado a zonas más complicadas, donde los enemigos son algo más duros de pelar (aunque sin llegar a ser nada preocupante), pero las primeras horas van a ser un suspiro recargado de idas y vueltas y tutoriales. Otra cosa que no me termina de convencer es que únimos y Oliver compartan vida, magia y experiencia, pues al fin y al cabo ello hará que las criaturas recién unidas a las filas de nuestro joven mago suban fácilmente de nivel al usar a los más fuertes para la batalla, las cuales no son aleatorias, sino que en todo momento veremos a los únimos enemigos pasear por los paisajes y mazmorras. Otra cosa que no me termina de convencer es la posibilidad de salir por patas y alejarte cuando un enemigo te sorprende por detrás en una batalla ¿Dónde está la gracia entonces, si no tienes desventajas?

El sistema de misiones, aunque solo he podido catar tres o cuatro, me está gustando. Hay tanto misiones de cacería, donde deberemos acabar con únimos camorristas, como requeridas por habitantes de Ni no Kuni. Al ir superando estas tareas se irán estampando sellos de tinta en unos vales especiales que tenemos y que, una vez rellenos, nos permitirá adquirir habilidades especiales.

Respecto a las animaciones tradicionales de Studio Ghibli, contamos con los carismáticos diseños emblemáticos del estudio, establecidos gracias a la influencia de Katsuya Kondo. Los diseños de personajes de Yoshiyuki Momose, así como los hermosos fondos otorgan fuerza y vitalidad al juego. Las animaciones son en general buenas. Hay escenas muy trabajadas, como por ejemplo el despertar de Drippy, pero se nota que la vara de mando de Hayao Miyazaki e Isao Takahata están ausentes en otras escenas con menos cuadros, dejándome como fan de las películas de Ghibli un leve sabor agrio, pues ya sabemos que los trabajos de Yoshifumi Kondo, Miyazaki, Takahata y compañía siempre han ido acompañadas de una estabilidad y esmero muy por encima de lo visto en otras producciones animadas. Curiosamente, tanto Ni no Kuni como el mundo real (nuestro mundo) se ambientan en una Europa de un pasado muy reciente, y la arquitectura combina elementos del Viejo Continente, tan presentes en varias de las producciones del estudio, con otros moderados de fantasía.

El cel shading de los personajes adapta fielmente el trabajo de Ghibli, sin embargo vemos diseños bastante sencillos y sin texturas. Sinceramente, aunque los diseños de personajes son resultones e incluso los NPC están muy bien trabajados, no me terminan de conquistar como lo hicieron en su día los de Jade Cocoon, que si bien no es un videojuego oficial de Studio Ghibli, contaba con Katsuya Kondo como diseñador de bestias y personajes. Esto no quiere decir que los diseños de Ni no Kuni sean malos, de hecho desprenden vida, color, alegría… pero sí que podrían haber alcanzado la perfección con algo más de esmero.

Suerte que los personajes se acompañan de los trabajados escenarios y fondos. Pulsando R3 activamos una cámara en primera persona que nos permite curiosear a nuestro alrededor, y es cuando nos damos cuenta del cariño con el que han sido realizados. Son impresionantes, y estas sensaciones aumentan al pisar el mapamundi, el cual hace que sienta que estoy recorriendo un lienzo.

A Drippy le damos de comer aparte, en el buen sentido de la frase. Un personaje tan gracioso como carismático merece su propio párrafo. ¿Quién me iba a decir que un personaje con forma de huevo y con una lámpara pendiendo de la nariz (¿Cómo es capaz de dormir este tío?) me iba a asegurar tantas y tantas risas desde que despierta? Junto a la música es lo que más estoy disfrutando en el juego. La localización al castellano, si bien no es perfecta al cien por cien, pues se inventan oraciones por el camino, está muy trabajada, y se nota en personajes como este que os menciono. Uno va tan tranquilo haciendo una misión y de repente el maldito duende te hace divagar con una de las suyas (ya lo decían los Héroes del Silencio), con frases que te suelta de repente como «Eres más vago que la chaqueta de un guarda«, y es imposible el contenerse la risa, o al menos una sonrisa.

No quiero desvelaros mucho más, pues lo dejaré todo para el análisis que realizaré próximamente, así que os dejo a continuación con el vídeo de las primeras horas de juego. Pero es, sin duda, una compra obligada. Sus carencias ya están suplidas por las virtudes con las que cuenta, y os lo dice alguien que terminó la demo con un sabor algo agridulce.

http://youtu.be/stnX4RTdMt4

Ni no Kuni la ira de la Bruja Blanca


Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca, análisis, noticias, vídeos e imágenes del videojuego para PlayStation 3 desarrollado por Level-5 y Ghibli.