Los días 11 y 12 de mayo se celebró la XI edición del Salón del Manga de Valencia. El sábado estuvo Yoshi Sislay, un ilustrador japonés establecido en Barcelona, presentando su nuevo libro de ilustraciones THE. El libro, editado por Taketombo Books, es una muestra del trabajo inclasificable del artista. Junto a él, estuvo María Ferrer, responsable de la editorial, y nos acompañó durante la entrevista que realizamos a Yoshi.
¿Por qué habéis escogido el Salón del Manga de Valencia para presentar el libro THE?
María Ferrer: Pues veréis, Yoshi es bastante conocido en su círculo allí en Barcelona, pero viene aquí a Valencia y nadie sabe quién es. Por eso hemos decidido empezar por el Salón del Manga, porque ya hay mucha gente y no tienes que conseguir que vayan a un sitio; aquí con que pasen por delante, ya lo ven. Además el público del manga empieza a tener intereses que van más allá: cultura japonesa, literatura, arte independiente. Hay que aportar algo más a lo de siempre.
Yoshi Sislay: También me gusta más así, es como más… ‘underground’, como el inicio. Quiero mostrarme al público para que sepan que soy de verdad. Valencia para mí es el primer sitio donde hago eventos, es como que nadie me conoce… como al principio, y eso me gusta, me hace sentir como cuando empecé.
¿Qué es THE, y como surgió el proyecto de hacerlo?
M: Yo descubrí a Yoshi cenando en un restaurante japonés, llamado Bôzu, que está en Barcelona en la Ronda de San Antonio, donde había una exposición de sus trabajos originales. Creo que eran los del calendario, eran 12 láminas que se pueden ver en su web (yoshisislay.com). Me gustaron tanto que quería comprar una, pero los del restaurante me dijeron que no se podían comprar ahí, y me dieron una tarjeta de Yoshi, donde ponía la dirección de su taller y un número de teléfono. Total, que me fui al taller y empecé a hablar con él.
Yo llevaba un tiempo con la idea de abrir una línea editorial, independiente, con libros de temática japonesa, asociada al pensamiento japonés, pero no tenía claro por dónde empezar, ni qué hacer… Sabía que quería hacer ebooks, y que me gustaba la ilustración. Pensé: “¿qué hago para ser diferente de otras líneas editoriales?” Y se me ocurrió hacerle un libro a Yoshi porque no había nada igual publicado. Estuvimos viendo material suyo, y yo le comenté que estaba intentando montar una editorial; que de momento solo estaba la idea, no había ningún acuerdo cerrado ni nada, pero a lo mejor podríamos hacer algo.
Yo seguí dándole vueltas. Entonces hablamos con Pepi Bauló, que es la chica que ha hecho al final la edición del libro, la coordinación, la selección de los trabajos originales… y le pareció chulo. Entonces, fuimos a ver los locales que Yoshi había ilustrado (es un artista bastante bien conocido en Barcelona, ha intervenido en la decoración de muchos locales) y pensamos que podríamos hacer una recopilación de imágenes, y fotografiar algunos lugares con su obra, para que se conozca un poco donde ha dejado su huella.
«Al principio yo siempre dibujaba en papeles o cuadros, pero estos son como son, tienen límites, yo me sentía como… frustrado»
¿Entonces no hay ningún dibujo original para el libro?
M: Hay algunos que Yoshi hizo adrede para el libro y otros que no. En la parte en blanco y negro la mayoría son inéditos. En la de color hay dos ilustraciones inéditas y después viene la parte de murales en locales que hemos llamado ‘Walls’. Son fotografías de locales donde él ha dibujado en una pared, varias, ventanas y techos o pequeños detalles. Como algunos locales tienen obras efímeras que ya no se pueden ver, habían estado un tiempo limitado y luego las habían quitado, pues así podíamos un poco inmortalizarlo en este libro. Así empezó la aventura. A Yoshi le pareció bien empezar con una editorial nueva, con un proyecto hecho desde cero, un poco casero, personal, con una relación muy directa entre el autor y el editor, lejos de las grandes empresas que son muy impersonales. Así surgió la idea.
Queríamos hacer una edición de una cierta manera, y hablando con Yoshi, a él se le ocurrió la idea de hacer la portada totalmente negra para que el pudiera personalizar cada ejemplar, que es la idea que estamos moviendo para promocionar el libro. Lleva una sobrecubierta que se puede quitar, y entonces debajo, Yoshi en sus sesiones de firmas, personalizará cada cubierta. Es un poco la particularidad de este libro. Queríamos hacer algo especial con THE, que es edición limitada, porque creo que la obra de Yoshi requiere un libro así. No puede ser un libro cualquiera.
Y hablando de que has pintado en locales, ¿cómo surgió esto de empezar a pintar en paredes y en sitios así?
Y: Al principio yo siempre dibujaba en papeles o cuadros, pero estos son como son, tienen límites, yo me sentía como… frustrado. Antes, alquilaba un rincón en una tienda de ropa donde me ponía a pintar. Había una gran ventana de cristal, había pared y me pregunté: “¿por qué no dibujo ahí?”. Si dibujara ahí no tendría límites, podría dibujar hasta donde me alcanzara el brazo, sería super interesante… y empecé a hacerlo. Pronto capté la atención de la gente. Entonces el dueño del restaurante de en frente me pidió una cosa, y luego otro me pidió otra cosa. Tuve mucha suerte, ya que yo no sabía qué hacer para enseñar a la gente mis dibujos. Fue como una rueda, la gente me iba pidiendo cosas, y así… Eso fue el principio. La idea salió de mi frustración de faltarme sitio para dibujar.
«Cuando yo estoy dibujando, hay otro Yoshi dentro de mí, con frenos, que me ayuda a no perderme»
Entonces la diferencia entre dibujar en papel y en una pared o una ventana, ¿es que el papel es más limitado y lo otro te deja más libertad?
Y: Sí. Por ejemplo, yo hago snowboarding. Dibujar en papel para mí es como hacer skate en una pista de patinaje. En cambio dibujar en paredes es como patinar en la inmensidad de una montaña, llena de árboles y sitios por donde saltar…
M: Sí, tus dibujos son totalmente así.
Y: …y donde hay también un componente de responsabilidad. Si yo hago lo que quiero, si me da igual todo, yo me pierdo en la montaña y muero. En las paredes tengo más libertad, pero también hay que saber dónde o cuándo parar. Cuando yo estoy dibujando, hay otro Yoshi dentro de mí, con frenos, que me ayuda a no perderme.
¿Cuáles son los sitios más curiosos donde has dibujado? ¿Hay alguno en el libro?
M: Bueno, para el libro tuvimos que escoger los locales donde quedaban mejor las fotos. Había locales pequeños, o pasillos que eran difíciles de fotografiar, y claro, hemos tenido que los que mejor quedaban. Esta foto por ejemplo (muestra una foto del libro del hotel Vincci de Barcelona) fue muy difícil, porque es un pasillo, en un hotel, y no sabes muy bien donde ponerte para que no se vean solo puertas y que se vea bien la progresión del dibujo. Sobre los sitios más curiosos, bueno, ahora que hable Yoshi pero, el dibujo que hizo de Pobla de Segur, me parece una pasada. No es un local, es un paisaje, pero me parece increíble que hiciera este dibujo.
Y: ¿Pobla de Segur sabéis donde está?
Ahora mismo no caemos (risas)
Y: Es un pueblo que está allí en Los Pirineos [Prepirineo]. Se ven montañas, ríos, lagos… recibí mucha energía, mucha inspiración. Cada momento, en cada sitio… recibí algo de cada uno. También tengo algunos sueños un poco raros. Entonces, tuve la idea de hacer un dibujo de un paisaje de montaña con diferentes detalles, donde cada sitio, cada hierba, cada nube, cada cosa, tiene su inspiración y su sentido.
M: ¿Y el local más raro en el que hayas dibujado en tu vida?
Y: Me acuerdo del hotel Vincci, en el hall, había como… no sé, 200 o 300 metros cuadrados de techo, y claro, tuve que dibujar moviendo andamios y tal, fue una experiencia… no súper fuerte, pero que lo acabas y te sientes como: «bien, lo he conseguido».
«Cuando trabajo solo, o con gente callada como los japoneses, me cuesta mucho terminar. Me viene bien gente que expresa lo que siente»
¿Como orgulloso del resultado?
Y: Sí, exacto. Aunque eso me pasa siempre. Por ejemplo cuando trabajé ahí, la gente me decía que lo hacía bien. La gente siempre comenta sobre mis dibujos, y eso me da fuerzas. La comunicación, el conversar con ellos, me funciona súper bien. Cuando trabajo solo, o con gente callada como los japoneses, me cuesta mucho terminar. Me viene bien gente que expresa lo que siente. Gente que me pregunte ‘¿Qué es eso?’ Me gusta la gente que me dice cosas tanto como para discutir algo como para decir algo bonito, yo acepto cualquier cosa.
¿La comunicación te da ideas?
Y: Sí, sí, así es.
Entonces, la inspiración para dibujar, aparte de hablar con la gente y de ver paisajes, ¿te viene de más cosas?
Y: El ambiente también es muy importante.
Y cuando te han hecho algún encargo, ¿te dicen sobre qué tienes que dibujar, o tienes total libertad?
Y: Depende. En un hotel no puedo dibujar unos genitales en la entrada. Esto sería una limitación, pero sí, tengo mucha libertad. Por ejemplo, en un restaurante japonés los dibujos deben ser de rollo japonés: carpas, karate, sushi…
(Nos enseña una ilustración del libro) Esto es un restaurante japonés en España, entonces aquí hay dos muñequitos abriendo los ojos como un español, en contraposición a los japoneses, chinos con los ojos rasgados… es algo para bromear.
«Ahora en Barcelona estoy montando una galería para abrir el mes que viene; y este es un sitio dónde puedo hacer cualquier cosa»
Cuando dibujas porque quieres, sin que nadie te lo encargue, ¿Qué temas abordas en tus dibujos?
M: Yo es que creo que sus dibujos siguen un hilo de pensamiento que nosotros nunca vamos a llegar a entender. Es más como áreas, inspiración, el contexto… Aquí ya habéis visto el dibujo que ha hecho. ¿Qué es? Bueno pues es un mundo de Yoshi, uno más de los mil que hay.
Y: Eso es lo que me gusta también. Ahora en Barcelona estoy montando una galería para abrir el mes que viene; y este es un sitio dónde puedo hacer cualquier cosa. Es responsabilidad mía. Por ejemplo, yo puedo dibujar cosas malas. Si dibujo algo malo como contra algo, me dirían: dibujo no es arte dibujo es una mierda… por ejemplo: puto Barça. A la gente seguro que no le gustan mis palabras, en Barcelona especialmente. Pero yo me encargo de todo, esto significa que no tengo limitaciones 100%.
M: Claro, en tu galería haces lo que tú quieras.
Y: Sí. Si dibujo algo “malo”, es mi responsabilidad. Aquí no puedo. Tampoco quiero, porque molesta al cliente, sería no tener respeto a quién me lo pide. Lo que quiero decir es que para dibujar en lugares donde la gente me pide, yo siempre respeto al cliente. Intento hacer que el cliente vea el dibujo, le guste y piense: qué suerte que se lo pedí a Yoshi. Es mi arte, mis dibujos, pero esto no es solo para mí, es en colaboración con la gente que me lo pide. Esto es algo que no quiero olvidar nunca.
M: ¿Y cuándo estará la galería, Yoshi?
Y: Creo que al final de este mes, al final de mayo se acabará de preparar todo. Y creo que a principios de junio, empiezo a dibujar con la puerta abierta.
M: Para poder ir a ver mientras dibujas. La galería está en un bajo en el barrio gótico de Barcelona que es una cosa increíble de local, es muy bonito. Hay que arreglarlo, pero va a quedar una galería muy chula. Entonces, está muy bien que esté abierto para que la gente vea como va progresando la decoración interior.
¿Entonces la galería la vas a ir haciendo sobre la marcha, o vas a tener algunas cosas expuestas y otras las irás haciendo?
Y: Mi idea es que dibujaré en las paredes, en el techo… y también decoraré o montaré cosas. Pero tampoco que sea permanente, que sea efímero.
M: ¿Entonces los dibujos de las paredes los irás cambiando?
Y: Creo que sí. Como te he dicho, esto es mi libertad.
M: Claro, es para hacer lo que quieras.
«Mi rotulador me lleva dónde mi rotulador quiere»
¿Y tienes algún otro proyecto además del de la galería?
Y: Para septiembre-octubre haré un dibujo en Londres, pero esto todavía no. Ahora estoy intentando esto del libro, y la galería. Con estas dos cosas, está bien.
M: Hombre, Yoshi es un artista de nivel internacional; lo que pasa es que aquí, en Valencia, de momento se le conoce cero. Ahora un poco más. Proyectos siempre tiene, siempre tiene encargos, colabora con proyectos de apoyo a las víctimas del tsunami en Japón, con KOREKARA Japón… Siempre está metido en algo.
Para alguien que no le conozca, ¿cómo definiríais lo que hace Yoshi?
M: Eso es super difícil. Se lo preguntamos a él, le dijimos que nos dijera algún adjetivo para el prólogo de THE, para describir su arte. Bueno, quince reuniones hicimos para poder hacer el prólogo. Yo creo que la frase que más representa la obra de Yoshi es la primera del prólogo:
“Mi rotulador me lleva dónde mi rotulador quiere”
El prólogo continúa: “Son sueños a mano. Osaka. California. Barcelona. The world. The universe. Hojas. Paredes. Ventanas. Telas. Espacios sin esquinas. Play, laugh and enjoy. Paciencia. Naturaleza. Flores. Gotas de agua. Inventar palabras. Dibujarlas. Past is for Reading, future is for writing. […]”
Es que realmente, no se puede definir con una palabra. Yo antes en la presentación he dicho que estaba un poco a mitad camino entre el graffiti y la ilustración clásica, pero no se puede decir que sea ilustración clásica ni que tenga una técnica clásica, porque dibuja con rotuladores japoneses permanentes.
¿Siempre utilizas el mismo material para dibujar?
Y: Siempre estoy buscando nuevos. Ahora he encontrado rotuladores, que tienen como aceite, y queda muy bien. Pero puede que algún día encuentre algo mejor.
M: Eso en Japón, que siempre están innovando con los materiales de Bellas Artes. Y bueno, yo creo que una de las cosas que describe muy bien el trabajo de Yoshi es que son mundos dentro de los mundos. Tú empiezas a mirar un dibujo suyo, y no sabes cuándo acaba. Acaba porque se acaba el papel, pero cada vez que lo miras, descubres algo nuevo. Todo el mundo, incluso los que no conocían nada de su obra, nos decían que cada vez que volvían a verlo, veían un detalle nuevo. Son puertas y ventanas que se van abriendo a distintos mundos, mundos dentro de los mundos. Es lo difícil y lo bonito de definir el trabajo de Yoshi.
«Olvídate de mis palabras, porque se las lleva el aire. Lo más importante son los dibujos»
¿Qué artistas te han influido?
Y: ¿Artistas? (se queda pensativo).
M: Es que realmente, el trabajo de Yoshi es muy personal. Yo creo que es directamente de su cabeza a la punta del rotulador; y lo que ocurre ahí, es un proceso sobre el que se podría hacer una tesis doctoral.
Y: ¿Artistas? No sé… Pero, la naturaleza es una artista, ¿no? ¿Quién ha creado el tipo de hoja, de flores? Siempre me gusta ver el documento de la naturaleza. Bajo el agua y la tierra, hay criaturas que nunca imaginé. Criaturas que viven bajo 400 metros, y es todo como luminoso.
M: Sí, realmente tu fuente de inspiración es más la naturaleza que un artista que te haya inspirado.
Y: Sí, porque yo no conozco tampoco la historia de las Bellas Artes.
M: Claro, él no ha estudiado Bellas Artes.
Y: He leído cómics desde niño, entonces el cómic puede que me haya influido algo. Cuando era pequeño dibujaba intentando imitarlos. Me gustaban Musculman, Oliver y Benji…
M: En alguna entrevista dijiste también que te gustaba One Piece, ¿no? Pero bueno, que le guste no significa que le haya influido en su arte. Yo creo que influencias en sus dibujos no se ven de nadie, es un rollo más parecido al graffiti que otra cosa.
Y: Sí, el graffiti me gusta. Y Banksy también me gusta. Cuando estaba en Londres, era la época de Banksy, dibujaba mucho en muchos sitios. Aunque es un estilo diferente. Pero me gustaba la idea de ir en contra del gobierno, o de lo que sea, como un poco de rock’n’roll. Me gusta la idea como de ir en contra del mundo real. Me gustaba, ahora ya no mucho, pero me gustaba un dibujo de un niño llorando, con una mano de Mickey Mouse y la otra de McDonalds. Luego es siempre fuck police fuck blabla… Y es como: eso ya lo hemos dicho. Dicen que les encanta la naturaleza, que quieren ayudar a niños de África. Eso es egoísmo, es ser hipócrita. Dicen que les demos comida, pero eso no es ayudar. Si ayudas significa que tienes que cuidar hasta el final.
M: Una cosa es la postura y otra la implicación real. A Yoshi no le gusta el postureo.
Y: Si ayudas, vale, pero no lo hagas un momento para sentirte mejor. No puedes decir: yo quiero ayudar a la gente de Asia, quiero educarlos, pero si no cobro, no voy. Eso no está bien.
¿Cómo surgió el nombre THE para el libro?
M: Fue idea de él totalmente, a mí me pareció buenísimo. Es un poco como el total de la obra. Es un título bastante abstracto para una obra bastante abstracta. A mí me pareció bien porque es el artículo determinado en inglés, y es como “la obra de Yoshi”. Es una pequeña muestra de todo lo que ha hecho.
«Me gustaría que lo viesen, y dentro de cinco años otra vez, y sintieran cosas distintas. El momento, el tener novio o novia, ser pequeño, adulto, antes de morir, antes de comprar un coche… Con cada momento, puedes sentir cosas diferentes»
Para ir acabando, ¿hay alguna anécdota memorable o alguna cosa que quieras contar?
Y: Olvídate de mis palabras, porque se las lleva el aire. Lo más importante son los dibujos. Si a la gente mis dibujos les hacen sentir cosas, está bien. Después de escuchar mis palabras, igual cambia su percepción. No quiero influir en la gente que ve mis dibujos.
M: Cuando empezamos a recopilar los dibujos para el libro, teníamos la división de los dibujos de las páginas de la derecha, y los de la izquierda. Yo a la izquierda quería poner como unas palabras o una explicación de qué era el dibujo de la derecha. Pero Yoshi no quería. Al principio no entendía por qué no quería explicar lo que significaba su dibujo, pero es muy lícito, son cosas que hay que dejar a la imaginación y que la gente lo interprete como quiera. Al final, él propuso hacer unos pequeños dibujos de personajes en las páginas de la izquierda, que dan como una pequeña pista muy abstracta del dibujo de al lado. Aunque tienen una relación tan tangencial, que ni merece la pena pensar cuál puede ser. Es como un pequeño apoyo, pero él no quería condicionar a la persona que vea su dibujo a que piense una cosa u otra. Al final nos han quedado las páginas de ambos lados como obras de arte independientes, cada uno que lo interprete como quiera. Eso es lo bonito de sus dibujos.
¿Y no te da miedo que alguien interprete mal tu dibujo o que no lo entienda?
Y: Sí, eso es un lado, por eso hay mucha gente que publica las cosas con una guía sobre cómo hay que ver los dibujos. Por eso yo he puesto algún detalle, algunas palabras… Por ejemplo, en mi dibujo del Machu Picchu, que alguien lo vea sin saber nada, sin ni siquiera saber mi nombre. Esto es algo que me parece muy bonito. Tú imagina que te dicen si has visto una película, y te cuentan todo lo que pasa; y luego tú la ves. Ya no es lo mismo. Mi primera intención es emocionar, pero para guiar un poco, en este dibujo del Machu Picchu, he puesto unas huellas en el dibujo para que fijen su atención ahí primero. Pero luego, que miren como quieran. Me gustaría que lo viesen, y dentro de cinco años otra vez, y sintieran cosas distintas. El momento, el tener novio o novia, ser pequeño, adulto, antes de morir, antes de comprar un coche… Con cada momento, puedes sentir cosas diferentes. ¿Por qué se tiene que clasificar todo? Hasta este siglo esto era así, esta época es el Barroco; eres catalán, eres valenciano, eres japonés… ¡Yo qué sé! Tú eres tú en cualquier sitio, de manera individual. Categorizar es una manera de ver las cosas simplificándolas.
Como habréis podido observar, se esconden sabias palabras en el discurso de Yoshi. Es un gran artista, con talento, estilo, y una imaginación infinita. Tuvimos el placer de ver su libro THE durante la entrevista, tanto Yoshi como María nos iban enseñando cosas conforme contestaban nuestras preguntas, y como la propia María dice, hay ilustraciones que son una auténtica pasada. Personalmente creo que para los amantes del arte es un libro totalmente imprescindible. Y para los no amantes, también. Es algo que todos deberían, al menos, conocer.
Desde Deculture queremos desearle a Yoshi Sislay y a María Ferrer mucha suerte con Taketombo Books y todos sus proyectos, que logren sacar la editorial hacia delante y logren ser tan conocidos como se merecen. Nosotros estaremos apoyándoles.
Por último y no podía faltar, dar mil gracias a mi compañera Nuria, cuya ayuda ha sido indispensable para hacer esta entrevista (ya que un servidor es novato en esto), y ya puestos, desearle suerte para que pronto pille un curro digno y alguien se aproveche de sus cualidades como periodista, que están ahí, desaprovechándose.
Fotos de la entrevista realizadas por Gabriele Peirolo y cedidas por María Ferrer.