‘Nintendo 2DS’ y la diversificación de mercado

Nintendo 2DS ya ha sido anunciada, pero... ¿Hacia quíen va dirigida? ¿Merece la pena renovar la XL por este nuevo modelo? ¿Es en realidad tan mal producto?

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Ayer Nintendo dio una sorpresa y, entre otras cosas, presentó un nuevo modelo para 3DS. Uno con la misma estructura base que las anteriores pero ciertamente distinto en multitud de puntos: sólo hay que ver la foto para darse cuenta de lo distinto del producto. La nueva estructura de la consola está basada en una única pieza como soporte para las dos ya características pantallas y son lo primero que llaman la atención. Pero hay algo bastante más importante que eso: la consola no cuenta con ninguna capacidad 3D. El que fuera el principal reclamo de su antecesora ha sido aquí totalmente eliminado. Atrás quedan esas maravillas que se hablaban de las tres dimensiones al lado de este hardware que se presenta sustancialmente más barato (130 dólares en Norteamérica) que sus hermanas mayores a costa de eliminar y simplificarlo todo.

Nintendo ha querido seguir exprimiendo la mina de oro que ha encontrado en la consola —la compañía sabe que ahora mismo no está como para desperdiciar éxitos así—  y sacar otro modelo muy bien pensado. Feo, sí, pero parte de una maniobra muy inteligente y que sin ninguna duda será un éxito comercial.

Vamos a ser francos por un momento: los juegos de Nintendo están pensados en parte para niños. O al menos estos los pueden disfrutar de una manera muy directa. Lo podemos decir de mil maneras, pero es así: los más pequeños de la casa forman parte de uno de los públicos que más pueden llegar a demandar un juego de la compañía de Iwata. Y en ese sentido y ante la ya tan entendible situación de que un hijo quiera un videojuego, un padre no le compraría el último lanzamiento de Activision en el que apareciera un tipo con una buena ración de metralla de fondo, sino ése que se vende como un juego para toda la familia y en el que hay muchos colores en la portada. Y de esos Nintendo tiene en ingentes cantidades. Y ahora, 2DS es el soporte perfecto para ellos.

Nintendo 3DS puede suponer un gasto quizás demasiado elevado como para regalárselo a alguien de 6 o 7 años, o qué demonios: quizás un precio simplemente demasiado alto para alguien sea de la edad que sea. Y esos dos son el tipo de comprador al que Nintendo ha ido a lanzar esta versión: encontrarán en este un modelo perfectamente adaptado a sus necesidades y con un precio más que interesante: esta 2DS no es una consola pensada para el jugador que tiene la XL o la normal; no es una revisión de la consola, sino un paso atrás en lo técnico pero uno hacia adelante si miramos desde lo comercial.

Nintendo ha simplificado al máximo su consola de cara a las navidades, época donde a buen seguro hará buena caja con este modelo. Nos puede parecer mejor o peor, y probablemente cualquier jugador fuera del nicho al que va la 2DS se sienta ciertamente estafado —cosa que yo todavía no llego a comprender del todo— pero ahora mismo a Reggie y cía eso les debe dar poco más que igual: el día 12 de octubre sale la consola y el nuevo y esperadísimo Pokémon, y es poco más que probable que filas y filas de padres y niños arramblen con toda unidad que vean de ambas cosas.

Y si todavía no os he convencido, preguntaros algo: ¿a cuántos niños habéis visto con la bisagra de la DS rota?