Tras llegar a casa estuve unos días con las piernas hechas polvo de estar tres días para arriba y para abajo sin parar, pero me acompañaba una gran sensación de satisfacción además de ese peculiar cosquilleo que uno siente por dentro cuando se lo ha pasado bien. El Extremanga, el Primer Salón del Manga de Extremadura, celebrado del 25 al 27 de abril en IFEME, Mérida, ha sido la gran sorpresa del fin de semana. Una primera edición de un evento que nunca antes había tenido lugar en esta comunidad autónoma, pero que ha demostrado que con visión, colaboración, ganas y sobre todo con ilusión se puede sacar hacia adelante un proyecto de estas dimensiones pese a tener que tener que sortear incontables obstáculos. Quién diría que, a raíz de una propuesta surgida medio en broma en un bar, acabaría naciendo algo que, pese a tener sus cosas (como en toda primera edición de un evento), ha dejado tras de sí un feedback muy positivo por parte de los asistentes.
Pese a que muchos, con nuestros humildes consejos y colaboración, hemos puesto nuestro granito de arena para ayudar a construir un evento mejor, entre ellos MegaGumi, Kuroi Neko, Ludus in Tabula y Deculture; el gesto principal y más importante, el esfuerzo más titánico, ha sido mostrado sin lugar a dudas la organización del mismo, formada únicamente por Ana María Becerra y Juan Manuel Reinol, una feliz pareja aficionada al cómic y los juegos de mesa que se ha dejado el pellejo para que todo saliera lo mejor posible. En mis subidas y bajadas por el recinto fui testigo del estrés y la saturación que ambos acumularon durante ciertos momentos, y pese a ello nunca perdían las fuerzas y la sonrisa. Puede que, al estar centrados durante cierto momento en una cosa y al contar con pocos colaboradores descuidaran a personas que en ese mismo instante necesitaran de su atención, o que algún invitado que llegara de fuera de Extremadura tuviese que ir de la estación de autobuses al recinto a pie o en taxi al no tener a nadie que les llevara allí (algo que en próximas ediciones se podría solucionar encargando a un colaborador la tarea de llevar y recoger en coche a estas personas), pero no han estado quietos un solo instante, algo que no he visto en otros eventos de mayor importancia. De hecho, se han encargado de cubrir las necesidades alimenticias y de alojamiento de más de 50 personas que celebraban actividades en el recinto. Como dije, el servicio y atención de la organización, que ha sido muy bueno pero ha tenido algunas cosillas a mejorar, se podría terminar de pulir con algunos colaboradores más.
La distribución del evento ha estado muy bien pensada. Teníamos tres grandes salas: la de la izquierda centrada en stands comerciales, artesanos, fanziners y alimentación; la central dedicada a juegos de mesa, contando con un amplio espacio libre para realizar diversas actividades (por ejemplo combates de softcombat), y la de la derecha, que albergaba el escenario y la ludoteca. A la hora de organizarse los concursos de Got Talent, cosplay y los conciertos, la afluencia de gente de la sala izquierda a la derecha se daba visibilidad a la sala central, y por tanto a las asociaciones y grupos dedicados a actividades de ocio. Además, por primera vez en mucho tiempo, he visto cómo un evento da visibilidad a artesanos y fanziners sin perjudicar a tiendas, colocándoles cerca de la entrada de la sala izquierda. Hablando con varios de ellos, como Miyu, Anhell Toys o Jorge Lewis, todos coincidían en que esta decisión tomada por la organización les ha ayudado mucho con las ventas y se han mostrado muy contentos y optimistas. Desde luego, el movimiento de la organización ha sido muy inteligente, pues los fanziners son los que con más poder manejan el conocido “boca a boca” que puede animar a otros autores y visitantes a acercarse a futuras ediciones del Extremanga.
Todos los stands comerciales contaban con buena visibilidad, salvo un caso concreto en el que misteriosamente la tienda estaba a espaldas del ir y venir principal del público. Eso sí, el recorrido estaba pensado para darles visibilidad a los comercios: si se quería recibir la firma de uno de los invitados o si se quería ir a comer, era necesario pasar por delante de estos stands. Además, en la zona de stands comerciales podíamos encontrar varias exposiciones de figuras (Tamashii Nations) de Papercraft, de Star Wars (Legión 501) y de Saint Seiya Como en todos los eventos, estas siempre se reservan el veredicto final hasta que lleguen a casa y echen cuentas, aunque prácticamente todas coincidían en que, para ser el primer evento, había grandes aciertos, aunque echaron de menos una afluencia de gente en especial el viernes, aunque el sábado se mostraron mucho más optimistas en general. Y es que, quizás, uno de los principales problemas del evento fue que, para su primera edición, se celebrara durante tres días en lugar de dos.
Cierto es que el evento tuvo una campaña de publicidad medianamente fuerte (aunque la organización me habló de diversos problemas incomprensibles con los que se encontraron de cara a intentar contratar publicidad por radio para algunos municipios), pero el único día en el que evento se llenó hasta arriba fue el sábado, siendo el viernes un día demasiado tranquilo, con cerca de mil visitantes en total y el domingo algo más fuerte que el viernes, pero mucho más flojo que el sábado. De cara a futuras ediciones, y hasta que no se consolide el Extremanga como evento y obtenga la publicidad necesaria a raíz del boca a boca y el apoyo de editoriales, sería más conveniente reducir a dos días el evento para que así las visitas se repartieran mejor. Eso sí, es importante decir que, de no haberse celebrado este Extremanga durante tres días, nos habríamos perdido una de las razones que obligaban a ir a esta edición del evento: la visita del grupo japonés ADAMS, que pese a ser una banda cuyo estilo no me atrae, sí que es cierto que demostraron ser todos unos profesionales tanto musicalmente (el guitarra era realmente bueno) como a la hora de saber animar a las fans. Me quito el sombrero ante la organización del evento por el escenario aportado y, cómo no, ante Visual Kei Spain, quienes demostraron ser profesionales en lo suyo y ayudaron a que la banda japonesa tocara en el evento extremeño.
Precisamente el escenario fue otro de los platos fuertes del evento, no solo por momentos como los de ADAMS, sino también por el concurso de Got Talent, el precioso desfile Lolita in Wonderland, el concierto de 58’’Tempo, el concurso de cosplay y la despedida a lo grande de un evento construido a base de sueños a través de la actuación de la banda emeritense Satcconnia, que alcanzó su momento más emotivo con la interpretación de Suteki da ne (Final Fantasy X) junto con la cosplayer Zulima (ganadora del concurso de Cosplay vestida de Rinoa), que en ese momento vestía de Yuna mientras tocaba el violín. Sin duda uno de los momentos más hermosos del evento.
El escenario también fue testigo de situaciones que involuntariamente entraron en conflicto con otras actividades, como el exceso de actuaciones de Haru chan, que a petición de la organización se salió de sus dos actuaciones en principio programadas para cantar por lo menos cinco veces si mal no recuerdo. Este hecho, perjudicó a otros profesionales y otras actividades que tuvieron lugar durante esas horas colonizadas. Juro que intenté acercarme para valorar a la muchacha, pero, reconociendo lo siguiente como una opinión personal, mis oídos dijeron basta cuando llegó la hora de escuchar la versión española de Let it go, la canción de Frozen. De hecho, el domingo una de estas actuaciones entraron en conflicto con la sesión de firmas de Laura Montero Plata, y eso que se supone que la actuación tenía lugar varias horas después, recibiendo además esta última más publicidad por el altavoz del evento que la propia sesión de firmas de Laura. Lo que no se le puede negar a Haru chan es el carisma que desprende y su capacidad de animar el cotarro, que en el evento estuvo formado en su mayoría por adolescentes de sexo masculino.
Pequeño inciso antes de continuar hablando del escenario: estaría bien que, para próximos eventos, se pusiera a una persona a cargo de absolutamente todas las actividades, presentaciones y sesiones importantes del evento. Que esta tuviese una chuletilla para recordara a qué hora pronunciarse a través del altavoz y que lo hiciera al menos dos veces. Que, además, para los eventos más importantes, fuera avisando con horas de antelación. Esto ayudaría mucho a aquellos despistados que van al libre albedrío sin mirarse el tríptico de actividades pese a que algunas de estas cosas puedan interesarle. De vuelta al escenario, pese no ser el más grande que se ha visto en un evento de estas características, sí que supo destacar como uno de los mejores de los que se han podido ver en el 2013 y lo que llevamos de 2014. La iluminación, los focos de colores, el humo que se desprendía a través de un aparato (desconozco cómo se le llama a esto) y el buen sonido ayudaron a que los grandes conciertos y los concursos Got Talent y de cosplay pudieran apreciarse por parte del público en su máximo esplendor.
El concurso de cosplay estuvo bastante animado, con algunas actuaciones breves y con algún que otro invitado estrafalario que buscaba añadir algo de humor, con la cosplayer española Wilbur como parte del jurado. Fue sin duda de los platos fuertes debido a la gran cantidad de personas que logró apelotonar en la sala derecha, y creo que parte del éxito se debe a la asociación MegaGumi, que se encargó del sonido y de la presentación del mismo. Una asociación veterana en la celebración de eventos (organizan cada año la Gumiparty de Plasencia) y que destilan buen rollo, que saben organizarse de manera excelente, y que además, en lo personal, son muy buena gente y muy acogedora.
Estos chicos también se dedicaron a entretener a los jugones con torneos varios de videojuegos celebrados en la zona derecha del IFEME. Hirobyte y PKParaíso, por su parte, también organizaron un torneo de Pokémon X Y que funcionó a las mil maravillas y que duró varias horas. Hablando de videojuegos, todo el que asistiera al Extremanga podía echar un pequeño vicio a los distintos videojuegos disponible en la ludoteca (había como 10 consolas con su televisor disponibles). Bandai Namco aportó además diversos videojuegos como Saint Seiya Brave Soldiers o JoJo’s Bizarre Adventure: All Star Battle que permitió a los fans del anime ponerse en contacto con las adaptaciones jugables de sus series favoritas.
La zona de los juegos de mesa y de los torneos dedicados a este ocio funcionó sin ningún tipo de problema y tuvo buena acogida. Oliver, dueño de la tienda pacense Ludus in Tabula, fue el principal responsable de estos, y dos de ellos, Carcassone y Catan, sirvieron a los ganadores para que pudieran ir al torneo nacional de ambos juegos. Allí uno también podía probarse un yukata, trabajar con Hama Beads o incluso fabricarse su propio arma de soft combat. Podría decirse que, quitando detalles de poca importancia, esta zona funcionó a la perfección, sin ningún tipo de problema.
Respecto a los invitados al eventos aún no mencionados, tuvimos a actores de doblaje de la talla de Fernando Vallés, dibujantes de iberomanga como Henar Torinos e incluso la visita de Laura Montero Plata, autora de El Mundo Invisible de Hayao Miyazaki. Todos ellos tuvieron una acogida bastante modesta por parte del público, en parte debido a que en ocasiones coincidían con otras actividades (conciertos, actuaciones…) o que se avisaba modestamente por altavoz de dicha sesión. Un fallo importante fue la ausencia de concertación de entrevistas con los medios y el habilitar una sala para ello, ya que estas dos cosas provocaron que los que cubríamos el evento tuviésemos que buscar e ir detrás de las personas a entrevistar. Con Laura Montero estuvimos media hora para buscar un lugar adecuado para la sesión de preguntas y respuestas, que escapara del ruido procedente de algún stand o del escenario, aunque luego la organización tuvo el detalle de cedernos su sala privada para poder llevar a cabo la entrevista. Como bien he comentado, esto se solucionaría sencillamente en futuras ediciones poniendo unos horarios de entrevistas, habilitando una sala para ello y contratando un traductor (para el invitado japonés). Por último dentro de este apartado, comentar que la charla de Laura Montero Plata fue uno de los mayores regalos que tanto ella como la organización nos dieron a los asistentes en una charla sobre Studio Ghibli de lo más interesante pero que, de lo intensa y cautivadora que fue, se me hizo corta.
Además de estas actividades las chicas de Asian Club Spain dedicaron su stand a compartir la cultura popular coreana y de Japón; se realizaron bailes de bon odori, talleres de juegos tradicionales japoneses, hanafuda, origami, una muestra del arte marcial wing chun, el profesional Agustín Fontánez nos mostró el proceso de maquillaje de un personaje de ficción, etc.
En temas de seguridad no hubo ningún tipo de problema, gracias al inmejorable ambiente que los extremeños y visitantes de otras comunidades ayudaron a construir. Además, en todo momento hubo un buen servicio por parte del par de policías locales y la seguridad civil que el Ayuntamiento de Mérida reservó para el evento, aunque el domingo se olvidaran de ir al Extremanga para cubrir una romería del tres al cuarto. Por suerte, pese a la imprudencia del Ayuntamiento, ese día no hubo problemas. Y aunque personalmente no vi nada extraño, sí que es cierto que al menos una persona en Twitter se quejó de algunos empujones en las entradas de Protección Civil y de la confiscación temporal de algunas armas, algo que no puedo terminar de confirmar o desmentir ya que yo, pese a estar arriba y abajo durante los tres días del evento, no fui testigo de dichos eventos, aunque sí que vi entrar a personas con sus armas de softcombat y construidas para sus cosplays y no tuvieron ningún problema. Quitando esta dudosa excepción, el resto fue como la seda.
La respuesta del público fue, en casi su totalidad muy positiva, un signo más de que la organización, pese a las cosas que tiene un primer evento, supo mover sus fichas a favor del aficionado joven y a favor del fanzine y el artesano. Pero esto no debería de relajar a la organización, pues ahora toca hacer lo difícil: que futuras ediciones vayan en alza, manteniendo los logros alcanzados, puliéndolos y perfilándolos, corrigiendo los fallos y carencias, atrayendo la atención de aquellos que no muestran su apoyo a primeras ediciones por cuestiones de imagen (manda huevos que esto pase), y sobre todo atraer a más visitantes. Madera hay para ello, ahora solo queda echarle ganas y… ¡Al Totoro!
Fundador, redactor jefe y editor de Deculture.es. Jugón desde la vieja escuela, amante de JRPGs y SRPGs, a poder ser de estilo clásico. Lector de cómics, amante del manga clásico.