‘Los Guardianes del Louvre’ de Jiro Taniguchi llega a España en 2015

La obra inspirada en el museo parisino llega en abril

vigilantes-louvre-taniguchiHay una serie de autores de los que disfrutamos fervientemente y de forma asidua en nuestro país. Autores de gran calidad como Jiro Taniguchi, que por cierto, a día de hoy es la única representación nipona que queda en el catálogo de Ponent Mon. Razón de peso para seguir acercándonos sus obras; más aún si se trata de joyitas como Los Guardianes del Louvre.

Un manga que nace de la experiencia del autor tras pasar mes en el museo del Louvre, en mayo de 2013, firmando un relato «en colores directos lleno de delicadeza, una travesía temporal y artística en la que descubrimos figuras tutelares, familiares y desconocidas», y que forma parte de la serie de obras relacionadas con el museo parisino que se han ido publicando en los últimos años, con autores como el francés Etienne Davodeau o el japonés Hirohiko Araki (Rohan el el Louvre).

Un total de 136 páginas a color con fecha de lanzamiento prevista para el 6 de abril de 2015 en formato cartoné de 216 x 286 mm y a un precio de 26€.

Al término de un viaje colectivo a Europa, un dibujante japonés hace una etapa en solitario en París, con intención de visitar los museos de la capital. Pero, postrado en la cama de la habitación de su hotel por una insidiosa fiebre, se encuentra confrontado ante todo a una forma de soledad absoluta, la de los que sufren en tierra extraña, privados de cualquier recurso inmediato en el corazón de lo desconocido. Aprovechando la pequeña tregua que le da su enfermedad, lleva a cabo su proyecto y se pierde en los pasillos abarrotados de gente del Louvre. Muy pronto descubrirá facetas insospechadas de este museo-mundo, yendo al encuentro de obras y de artistas de diversas épocas, en un periplo que oscila entre el sueño y la realidad, que le llevará, para terminar, a una encrucijada entre tragedia colectiva e historia personal. Con este álbum en forma de viaje interior, Jirô Taniguchi nos invita a una travesía temporal y artística, en la que descubrimos el alma de ese lugar, bajo la dirección de algunas figuras tutelares, familiares o desconocidas… Pues el Louvre tiene vigilantes.