El mes de junio llegaba a Japan Crate cargadito. El servicio de suscripción mensual de productos japoneses sigue reinventándose mes a mes con nuevos productos y sorpresas. Y además de haber renovado su web y de haber montado unos sorteos muy majos para los suscriptores, la última caja en llegar ha sido una auténtica pasada a nivel de productos.
Para empezar, este mes la sorpresa era una pequeña figurita de Totoro. Un total de diez piezas que han acompañado a las cajas de Japan Crate por todo el mundo. La que te tocaba, sorpresa. Y aún siendo un detalle mínimo, no deja de agradecerse este tipo de cosas en el servicio, que ahora cada mes trae un total de 10-12 productos, una bebida y este regalo extra — por cierto, ¡muy contento con la que me tocó en mi caja!
¿Y qué traía el Japan Crate? Pues este mes la cosa tiene mucho que ver con los chicles. En Japón parecen tener una especial dedicación con los chicles, en serio. Y no porque aquí no haya una inmensa variedad de ellos, sino por las formas tan dispares que pueden tomar en el país nipón.
Para que os hagáis una idea. En el Japan Crate de junio había chicle en polvo, de Kirby, en forma de pata de gato, emulando el ramune… Un poco de todo. Y hablando de ramune, la botella de este mes corresponde a esta típica bebida japonesa. Para los que no la conozcáis, es una bebida japonesa muy típica en los festivales de verano del país; hay de varios sabores, aunque el básico suele ser de lima-limón.
Como siempre, viene algún pack de polvitos y cosas fantásticas de las que tanto gustan en Japón. Suelen venir moldes y bolsitas con polvos, o en su defecto algún chocolate o chuchería para derretir y dar forma. Son esos packs que tanto les gusta enseñar a los programas de televisión extranjeros —España incluida— y que son básicamente un kit para crear tus propias chucherías.
Y por último, el chocolate, otro que nunca falte en los packs de Japan Crate. Una barra de chocolate blanco con una especie de sabor a galleta que estaba francamente buena, una chocolatina patrocinada por perros —no sé hasta qué punto poner el careto de un perro en una tableta de chocolate conseguiría buenas ventas aquí— y un paquete de Pocky de banana split (¡muy rico!). Además, del mismo estilo del Pocky, otra caja y kit-kat también de té verde matcha.
En resumen, una caja muy variada, que tiene el punto a favor de que es temática en el tema de los chicles, y que además incluye multitud de otros productos con los que seguir descubriendo el «mercado de snacks japoneses». Toda la información, como siempre, en la web oficial de Japan Crate.
Fundador, redactor jefe y editor de Deculture.es. Jugón desde la vieja escuela, amante de JRPGs y SRPGs, a poder ser de estilo clásico. Lector de cómics, amante del manga clásico.