Análisis: ‘Gravity Rush Remastered’

A nueve con ocho metros por segundo al cuadrado

Gravity Rush fue una de las pocas apuestas de Sony Japan Studio para la consola portátil de la compañía. Era imposible entrar en una discusión sobre el catálogo de PSVita sin que el título saliera a la palestra, hasta el punto de considerarse el mayor buque de guerra de la consola. Pero eso cambió con el anuncio de Gravity Rush Remastered, una nueva versión del juego que llegó en exclusiva para PlayStation4 y que nos permite volver a vivir (o en casos como el mío, poder vivir finalmente) la aventura de Kat con un DualShock entre las manos.

Y es una edición que se agradece, ya que hablamos de uno de esos títulos que piden a gritos potencia de procesado y de gráfica para traernos de la forma más efectiva posible una estética que se desenvuelve con mucho acierto. Con inspiraciones tanto de cómic occidental como de manga, llegamos a unos diseños (tanto en mapas, personajes como, incluso, menús) que son capaces de casar a la perfección con la iluminación, los modelados y las ilustraciones. Incluso las escenas narrativas se suceden a modo de viñetas de cómic, con nuestros personajes dibujados. Pocos juegos pueden permitirse el detalle de no colocar en su lugar modelos prerrenderizados.

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Algo que también me gustaría subrayar es lo pegadizo de algunos temas de la banda sonora. Si bien algo cortos para todo el tiempo que puedes estar escuchando algunos, cada uno de los temas musicales contribuye a ponernos en situación y ambientar la ciudad flotante en la que transcurre la historia.

Pero no es oro todo lo que reluce en el aspecto técnico. Desgraciadamente, temas como la distancia de dibujado, la cantidad de niebla y algunos personajes que parecen anclados en la versión original hacen que la experiencia visual se vea lastrada. Está claro que es un punto sobre el que azotan con fuerza las limitaciones de una consola portátil y que, de haber vivido un desarrollo íntegro para sobremesa, no veríamos igual. Al menos, sin duda, hace babear por la venidera segunda parte (que sí que será exclusiva de PlayStation 4). Si pudieron hacer esto tan sólo adaptando desde una consola menor, ¿qué más podrían lograr ahora?

Otro punto donde se ve que Gravity Rush Remastered tiene claras cadenas de consola portátil es en la simpleza de los sistemas de batalla, que desgraciadamente no evoluciona mucho más allá del «da patadas al punto rojo hasta que explote». La variedad de movimientos disponibles es escasa y termina haciéndose repetitiva a pesar de que el sistema de navegación esté tan bien implementado. Con sólo pulsar un botón, entraremos en antigravedad y podremos orientarnos a nuestro antojo para movernos por el aire a la constante aceleración (ignoremos fricciones como si estuviéramos en el instituto, amigos) de las fuerzas gravitatorias. Eso sí, con un control que cuenta con una curva de aprendizaje demasiado tosca y que no acaba de sentirse natural en ningún momento de nuestro camino. Por suerte, esta adaptación ha simplificado algunos de los controles más polémicos del original mapeándolos a los botones extra del mando, aunque de vez en cuando terminan jugándote una mala pasada.

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Otra de mis quejas, sin dejar de lado que citaré virtudes del título, es cómo chirría la falsa sensación de sandbox. Es genial poder navegar por el mapa de forma ágil gracias a tus poderes de transmutadora gravitatoria. En serio, un verdadero gustazo poder ir del punto A al punto B en un abrir y cerrar de ojos, e incluso marcarte alguna que otra pirueta por el camino. Y sin duda, es otro gustazo explorar Hekseville desde los aires para encontrar gemas con las que potenciar tus movimientos. Pero ahí se queda la cosa. Salvo por la moneda de turno, la exploración no recompensa de ninguna forma al jugador más que en poder ver unos bonitos escenarios. Puedes reactivar ciertos mecanismos para desbloquear desafíos (por ejemplo, combate contra oleadas de enemigos o carreras por la ciudad), pero ése es todo el intríngulis. Bueno, puedes hacer levitar a perros y ciudadanos para lanzarlos a una muerte segura, pero nadie reaccionará más que el afectado con un grito (o ladrido) de miedo.

Así que, si no tienes especial interés en ponerte a prueba o de recabar gemas, tu estancia en Hekseville consistirá en ir al lugar que te marquen en el mapa para seguir una historia que, si bien no es de gran alarde narrativo, cumple perfectamente y puede permitirse ser variada. Misiones de infiltración, combates contra enemigos, secciones de plataformeo en las que careces de poderes (o cuentas con una cantidad muy limitada de ellos), imponentes jefes y alguna que otra sorpresa más que no me gustaría desvelar al jugón que pretenda hacerse con el título.

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Gravity Rush Remastered personaje

Sin duda, el punto fuerte del juego, que nos podrá llevar alrededor de una decena de horas, y que nos dejará con ganas de un poco más. Poco más que, por suerte, está incluido en esta edición. Gravity Rush Remastered recoge los tres packs de contenido adicional de la versión de PSVita y los integra en la campaña principal a modo de misiones secundarias que darán alguna hora extra a un título que podría sentirse algo parco para sentarse con nosotros en la sobremesa.

Pero ¿qué haces durante esa docena de horas, me preguntas? Como ya he dicho, hablamos de una historia de éstas que podrían ser prescindibles a no ser que te fijes en los detalles que tiene que contarte, algunos más obvios y otros que has de rebuscar un poco más, como la opcional historia de los amantes desdichados. También se permite el lujo de traernos algún que otro giro de guión para que sigamos interesados en completar el juego antes de abalanzarnos sobre los desafíos extra. El problema es que podríamos considerarlos predecibles y genéricos.

En resumen, Gravity Rush Remastered es un juego que vive de su ambientación. No es una maravilla técnica. No es una revolución narrativa. No es un mundo que respire. Pero ¿qué más da? Es uno de estos títulos que se disfrutan, sin mayores pretensiones. Se disfruta de ver, se disfruta de sobrevolar. Se disfruta de escuchar. Se disfruta tanto que no te cansas de su progresión lógica hasta que lees los títulos de crédito. Un juego más que acertado y una llegada a las estanterías sin la que muchos no entenderíamos el venidero Gravity Rush 2, para el que nos han abierto perfectamente el apetito.

7.2
Gravity Rush Remastered
Lo mejor
  • Preciosa estética, tanto en lo visual como en lo sonoro
  • La sensación de libertad al surcar los aires
  • Campaña principal variada
Lo peor
  • El lastre técnico de Vita
  • Batallas que se hacen excesivamente pesadas y repetitivas
  • La falsa sensación de sandbox