Durante el Expomanga de mayo tuvimos la oportunidad de hacer entrevistas a una serie de artistas españoles, entre los cuales figuraba Lolita Aldea, dibujante de Rogues! The Cold Ship, que se publica en Estados Unidos con Amigo Comics; El síndrome del hilo enredado, de Norma Editorial o elRubius Virtual Hero de Planeta. Aldea nos habla de sus experiencias publicando al otro lado del Atlántico, de su experiencia trabajando con elRubius, sus influencias artísticas y proyectos que, de momento, tendrán que esperar pero quién sabe si algún día tendremos la oportunidad de leerlos.
Habiendo trabajado tanto en libros de ilustraciones como en formato cómic, ¿con qué te quedas a la hora de transmitir algo?
A mí lo que más me gusta es contar historias a través de los cómics en los que participo. Porque una imagen tiene el impacto, pero éste se puede interpretar de muchas formas. En el cómic estás dirigiendo las emociones, las impresiones, incluso el ritmo de lectura y, si lo haces a color, más de lo mismo. Es como contar una película a través de cómic y disfruto mucho con ello.
Y al respecto, hemos disfrutado de tu obra en cómic e ilustración aislada. ¿Te gustaría abordar otra disciplina como la novela visual o la animación?
Si hay algo que me ha llamado la atención desde siempre, es la escultura aplicada a hacer personajes. Se me daba bien en la facultad. Me gustaría coger un personaje mío y hacerlo con la masilla para hacer miniaturas, pero tengo poco tiempo para ello. También siempre me ha gustado la animación, porque es una obra muy completa: visual, sonoro…
¿Te gustaría entonces, por ejemplo, participar en el diseño de un videojuego? En caso afirmativo, ¿qué tipo de videojuego?
Sí, me encantaría, y aunque no dispongo de tiempo para aprender sobre otros campos, me gustaría participar algún día en algo así. De género, siempre me ha gustado la estética de la fantasía épica, como World of Warcraft. Algo rollo rol con una carga de historia muy fuerte. Molaría mucho.
Tu trayectoria ha tocado muchos estilos, entre ellos el animesque y el cómic americano. ¿Hay alguno en especial con el que te gustaría experimentar en un futuro?
La verdad es que no. He leído cómic europeo pero me encanta el cómic americano y el manga, que es como más natural me siento a la hora de ponerme a trabajar. Me maravilla la estética tan espectacular que tienen ambos, y creo que se adaptan más a mí.
Aun así, algunos franceses han comenzado a hacer ahora, por ejemplo, un manga europeo con fondos mucho más trabajados y una narrativa más lenta. Sería interesante probarlo alguna vez pero, ya teniendo definido mi estilo, lo veo difícil.
Rogues! te ha permitido dar el salto al otro lado del charco y, por primera vez, disfrutar de tu obra en inglés. ¿Cómo se se siente el leer a tus personajes en otro idioma?
La verdad es que es raro, pero como consumo tanto producto directamente en versión original, casi se me hace más raro que hablen en español (risas). A veces, cuando estoy trabajando, me pongo de fondo alguna serie por streaming o Youtube, y mi cerebro ya no distingue si estoy escuchando inglés o español. ¡Me lo tengo que pensar dos veces!
Además lo considero una ventaja porque gente de habla inglesa (tanto EEUU, Reino Unido como otros países) pueden consumir mis trabajos sin problemas. Ni en mis mejores sueños hubiera imaginado que iba a hacer un cómic que se vendiera en Estados Unidos.
Hemos oído hablar de las referencias manganime, pero… ¿Cuál ha sido tu principal inspiración de cómic americano?
Lo que más me gusta es su forma de representar al ser humano, muy dinámico, un color muy eléctrico. Es totalmente diferente del japonés, y me fue complicado aprender su disciplina. Me llevó bastante tiempo adaptarme, pero la experiencia fue muy buena.
Alguna obra… he leído muy poco americano (muy mal por mi parte). Estuve buscando autores que me inspiraran a la hora de dibujar. Por ejemplo, Gordon Murphy, que usa una mezcla muy buena entre manga y dibujo americano, salvaje, líneas cinéticas. Becky Cloonan también es una artista que tiene mucha influencia del manga. O Stuart Immonen, quien ha trabajado en X-Men y tiene una elegancia sublime en sus dibujos.
Y fuera de la ilustración, cómic y demás medios de dibujo, ¿encuentras inspiración en algún otro elemento de la cultura popular o tradicional?
La estética gótica y visual kei me gusta mucho, ya tuve esa etapa en la adolescencia (risas). Tengo tendencia a ese tipo de cultura, la ropa oscura, por ejemplo, pero la verdad es que no tomo muchos más elementos de ahí.
Viendo la popularidad de su protagonista, ¿considerarías que ElRubius – Virtual Hero ha supuesto, de alguna forma, un punto clave en tu carrera o “ha puesto tu nombre en el mapa” o atribuirías ese mérito a otra de tus obras?
Es cierto que la mayor parte del público ahora me conoce gracias a esta obra que dibujé para Rubén, pero yo llevo trabajando desde 2012, y de cara a la editorial, la gente que me va a dar trabajo conoce mi historial. Sin embargo, no lo considero algo negativo, porque ElRubius ha conseguido que mucha gente conozca mi trabajo.
Por otro lado también es verdad que Rogues! me ha llevado al otro lado del charco, lo que también es muy meritorio.
¿Ha sido trabajar en ElRubius – Virtual Hero, dado su público objetivo y premisa, especialmente distinto de lo habitual?
Desde el punto de vista personal, considero que Rogues! me dio mucho al trabajar en el extranjero, pero Virtual Hero también me ha aportado mucho porque lo consideraba todo un reto y algo muy ambicioso, y con el cual había muchas cosas en juego. Fue una gran responsabilidad, pues tenía que hacer un producto bueno para los fans de una persona con millones de seguidores. Además, he aprendido muchas cosas pues no había hecho nunca un manga de un estilo tan shonen.
Has trabajado con varios guionistas y —en varios géneros— a lo largo de tu trayectoria. ¿Cómo afecta esa variedad a tu rutina de trabajo?
Cada guionista tiene su forma de trabajar. Algunos te entregan un guión muy minucioso, otros son más ambiguos o te dan mayor libertad… yo siempre intento que todo quede claro y no haya dudas. Siempre pregunto, sea el momento que sea, para que no haya errores luego, corrigiendo sobre la marcha. Pero, al fin y al cabo, la rutina es muy parecida a pesar de la diferencia entre guionistas.
Si te dieran carta blanca sobre temática y te dejaran formar tu dream team de producción… ¿Con qué te gustaría sorprendernos, en qué formato, y a quién eligirías para ello?
Pues tengo una historia que se llama Seis Vidas que lleva en el tintero unos cinco años, pero aún no ha llegado el día de tener el tiempo suficiente para dedicárselo. El guión es de Miguel Gómez-Cabrero, así que lo haríamos entre los dos. No contaría con nadie más, quisiera que fuera cien por cien nuestra.
¿Afrontarías el reto de guionizar tú misma un cómic?
Pues… la verdad es que se me da bastante mal. Cuando eres guionista tienes que ser objetivo y claro, tener las ideas ordenadas en tu cabeza y saber descartar las que no van a funcionar. En esa última fase yo fallo bastante (risas). Hay que saber ponerse en el lugar del lector y no dar todo por hecho, porque es entonces cuando éste puede no entender lo que le quieres transmitir a pesar de que en tu cabeza funciona. La labor de un guionista es muy importante y a la vez complicada.
Si tuvieras que llevar una sola de tus escenas a la animación, ¿cuál sería? ¿Con qué estilo? Y si te atreves a tirarte a la piscina, ¿qué estudio te gustaría que lo hiciera?
Pues por supuesto, elegiría a Pixar como estudio de animación, si pudiera. Me gustaría adaptar El Síndrome del Hilo Enredado, porque a nivel de historia me parece la más adecuada pues trata el desarrollo del crecimiento personal de los protagonistas.
Cómo se nota que te gusta Blizzard. Hasta eliges los mismos estudios que ellos (Blizzard empleó a Pixar para los cortos de Overwatch)
Donde hay calidad hay calidad (risas).
Por cliché de entrevista: ¿podrías contarnos alguna anécdota curiosa que compartir con nuestros lectores?
Pues cuando le presenté los diseños finales de Virtual Hero a Rubius se emocionó tanto que me dio un abrazo (risas). Me ha tratado muy bien y se me ha respetado mucho como artista, así que estoy contenta por haber aceptado el trabajo.