A un capítulo de terminar la temporada, el arco de Gilan al fin se cierra y La heroica leyenda de Arslan parece recordar que tiene temas importantes que tratar… Aunque tal vez sea demasiado tarde. Tiempo, desde luego, no queda. Por suerte, la historia de la búsqueda del tesoro pirata que nos mostraron la semana pasada no es más que una quimera y este episodio se ha centrado en poner final a la historia de Shagard y Narsus.
El problema es que ya lo hemos visto todo, tanto que ni merece la pena comentarlo paso por paso. En resumen, Narsus es más inteligente que el resto del mundo, así que fácilmente engaña a Shagard haciéndole creer que ha caído en la trampa del tesoro pirata y ha dejado a solas al príncipe. Shagard ataca con sus piratas, pero con la ayuda del clan Zod, son vencidos. El pueblo rápidamente, demasiado incluso, se levanta contra los piratas, que no son más que una masa de personajes indistinguibles. Y, por supuesto, nuestros protagonistas no sufren ni un rasguño.
Después de un duelo bastante bien animado entre Narsus y Shagard, se logra capturar a este último. Y a pesar de que lo lógico sería condenarlo a muerte, Arslan vuelve a hacer gala de su amabilidad… Más o menos. Ordena que Shagard sea vendido como esclavo durante un año para intentar que cambie su forma de pensar sobre los mismos y qué se siente cuando, aunque has nacido humano, te tratan como al ganado. No creo que sea un movimiento tan amable como nos quieren hacer creer, aunque sin duda es mejor que la muerte, y creo que Arslan peca de ingenuidad al no saber lo que se le puede hacer a un esclavo de origen noble. Pero también es posible que esa sea su intención —si bien lo dudo, Arslan no es tan retorcido—.
En conjunto, no es un mal capítulo, pero sí uno dolorosamente rutinario que no sorprende ni se arriesga en nada. Lo único destacable es que por fin Narsus da visos de egoísmo y temeridad cuando salta al barco de Shagard. Va acompañado por unos pocos hombres, sí, pero deja de lado su responsabilidad como verdadero dirigente de los hombres de Arslan —sin él, el príncipe prácticamente sería incapaz de hacer nada— y se arriesga a morir. Todo porque necesita enfrentarse a Shagard.
En parte es comprensible ya que sabía desde hacía un tiempo que era un traidor y porque ha amenazado demasiado la vida de Arslan. Siente que es su error y, al ser su amigo, que es su responsabilidad hacerse cargo de él. Lo más interesante, aparte de que se vea a Narsus como algo más que un estratega maravilloso, es que no es capaz de vencer a Shagard. Si no fuera por Azrael, es difícil saber quién habría vencido en el combate. Se podría interpretar que la intervención del halcón es la ayuda que ofrece Arslan a su mano derecha.
Eso sería un toque bastante bonito, ya que Arslan no ha hecho nada en esta temporada excepto escuchar a sus mayores y obedecer. Si no fuera porque la serie lleva su nombre, no me preocuparía tanto este hecho, pero lo cierto es que me hubiera gustado que hiciera algo más, aunque fuera equivocarse. Como cuando atacó al rey enemigo, siguiendo los planes de Narsus. Por lo menos nos recordaba que era el protagonista y que podía tomar decisiones sin intervención de otros personajes paternales.
El caso es que es posible que el final de temporada nos ofrezca un poco de maduración del protagonista. En el último minuto del capítulo, Etoile llega a la ciudad y pide auxilio a Arslan. «Salva al rey Inocentis». ¿Cuál será la respuesta de Arslan? No puede desobedecer a su padre y, desde luego, no cuenta con un ejército para rescatar a nadie. Su amabilidad sin duda le impulsará a querer echar una mano, sobre todo si averigua la situación de Inocentis, pero los lusitanos son invasores. ¿Por qué tendría que apoyarles después de la monstruosa masacre que promovieron en Ecbatana?
Rezo porque tengamos una evolución de Arslan interesante en el siguiente episodio. No habrá sido una gran temporada, pero al menos puede tener ciertos detalles que la salven.
Redactora de artículos variados (Neon Genesis Evangelion, Utena, Nier Automata, Berserk, D.Gray-man) sobre worldbuilding, personajes o narrativa. De vez en cuando alguno de opinión. Tengo un blog donde hago lo mismo pero con libros.
La heroica leyenda de Arslan
La heroica leyenda de Arslan es una serie de novelas fantásticas de Yoshiki Tanaka. Cuenta con dos adaptaciones al manga, una en 1991 de manos de Chisato Nakamura y otra de Hiromu Arakawa, la renombrada autora de Fullmetal Alchemist, en 2013. A partir de este último se ha realizado una al anime de mano de Liden Films, si bien ya existía otro en formato OVA también de los años 90. La historia sigue las desventuras del príncipe Arslan, heredero de la corona del rico reino de Pars, que súbitamente se ve obligado a luchar por liberar a su reino y salvar a sus padres de la invasión de los radicales guerreros lusitanos.
Con una serie de compañeros de lo más variopintos, que van desde el mejor guerrero del reino, su viejo amigo, un pintor fracasado pero increíble estratega y hasta la hija de un merecenario, Arslan debe proteger Pars de las invasiones exteriores de los reinos de Sindhura y Turan, jugando con las alianzas políticas, mientras intenta encontrar una forma de retomar la capital Ecbatana. En su camino se interpondrá el misterioso hombre de la Máscara de Plata, que desvelará muchos secretos del pasado de la familia real, así como los oficiales lusitanos. Pero no todo es blanco y negro y Arslan encontrará que hay muchos parsianos deleznables y lusitanos que no actúan tan movidos por la maldad como por el fanatismo.
Mientras que buena parte de la primera temporada toma como referencia el guión del manga de Arakawa, en la segunda ya se siguen directamente las novelas de Tanaka.
Su adaptación más reciente a formato anime se estrenó en abril de 2015 y en julio de 2016 comenzó la segunda temporada con Liden Films y Sanzigen (sustituido en la segunda temporada por Felix Film) como los responsables de la adaptación. Ambos se han licenciado en España gracias a Yowu Entertainment. El manga de Arakawa, por su parte, llegó a España en 2015 con Norma Editorial.