Reseña: ‘Sayonara Sorcier’, la historia de los hermanos van Gogh

Cómo una historia conocida por todos puede convertirse en algo sorprendente

Hace ya casi dos años desde que Milky Way anunció que editaría en España Sayonara Sorcier de Hozumi. Este manga, dividido en dos tomos, está protagonizado por Théodorus van Gogh (hermano menor del famoso pintor Vincent van Gogh) y encandila al lector contando una historia cuanto menos sorprendente.

El relato se centra en dos elementos principales. Por un lado, el lector será testigo del papel que Théo juega en la revolución artística que estalló en Francia a finales del siglo XIX. Es importante destacar que, en esa época, solo los retratos de nobles o escenas mitológicas, considerados como arte perfecto, eran dignos de ser plasmados y expuestos en las galerías. Por supuesto, únicamente aquellos adinerados resultaban bienvenidos a las mismas. Théo aparece como encargado de una de estas prestigiosas galería de arte de París y su papel resulta imprescindible para que los pintores de clase baja hagan llegar sus obras a los parisinos que, hasta ese momento, no tenían acceso al arte. Por otra parte, la historia explora la relación que existía entre Théo y Vincent van Gogh desde la tierna infancia de los hermanos en su aldea natal.

A priori, todo esto significa que nos encontramos ante un manga histórico de tintes biográficos, pero no hay más que ver las portadas de los tomos para ver que esa no es la intención de Hozumi. Sin ir más lejos, dibuja a Vincent con un aspecto muy diferente al real. Su físico nada destacable choca con la imagen del señor pelirrojo de aquel famoso autorretrato y lo mismo se podría decir de su actitud en el manga, semejante a la de un niño pequeño cuya única ilusión en la vida es recorrer tranquilamente el mundo para plasmar en sus obras lo que ve a su alrededor. De hecho, en Sayonara Sorcier, el famoso es Théodorus al ser uno de los más importantes marchantes de arte. Su hermano mayor es, en cambio, poco más que un vagabundo que vaga por el país con sus lienzos. Esto, sin duda, produce cierta confusión en el lector. ¿Ese hombre tan simplón es realmente el mismo Vincent van Gogh que se cortó una oreja? ¿Es una licencia que se ha tomado Hozumi para hacer que Vincent no le robe protagonismo a su hermano menor? En absoluto. Vincent no se parece a su contraparte en el mundo real porque Hozumi no toma prestada la realidad, sino que crea una versión alternativa.

Hozumi construye una historia que empieza con muchas incógnitas, quizás hasta con incredulidad por parte de muchos lectores, y sabe conducirla con serenidad hasta buen puerto. Hay momentos en los que parece que la revolución artística es una excusa para unir a los hermanos en París o, tal vez, para reflejar a Théo como un genio y un magnífico estratega en su afán de trabajar por el nuevo arte. Hay puntos en los que el lector se resigna y acepta el diseño de Vincent (tan diferente a su aspecto real) como una licencia artística o como un objetivo de marketing para hacerle más agradable a la vista y más atractivo para el público. Nada más alejado de la realidad. La autora sabe hilar con todos estos elementos una historia coherente y bien definida.

Sayonara Sorcier está repleto de emociones: el amor hacia un hermano, el odio de la clase alta hacia los menos desfavorecidos, la ilusión de estos últimos de hacer llegar su arte a los suyos, la más pura tristeza ante la muerte de un ser querido, la desolación de una mujer que no quiere aceptar que su amor le dejó por otra… Hozumi ha sabido captar todo esto en apenas dos tomos gracias a un estilo de dibujo muy personal, con trazos claros y la combinación de tonos grises suaves para a la hora de sombrear.

Milky Way ha hecho un magnífico trabajo con la edición de esta serie. Las traducciones se complementan con notas aclaratorias en los márgenes que muchas veces ayudan a reconocer a los personajes o las obras reales que aparecen en Sayonara. Ambos tomos tienen el diseño de cubierta rústica con sobrecubierta, con imágenes ligeramente diferentes en la cubierta y la sobrecubierta.

Es evidente que Sayonara Sorcier es una gran obra capaz de despertar emociones muy profundas en el lector. Hozumi ha sabido hacer completamente suya la historia de los hermanos van Gogh.

Lo mejor
  • Un giro argumental sorprendente y bien llevado
  • Un estilo de dibujo hermoso
Lo peor
  • Al principio alguna cosa resulta desconcertante