Reseña: ‘Houseki no Kuni’ #1. Un reino de piedras preciosas

¿Por qué no empiezas cambiando por dentro?

Hay obras que parece que no van a contar nada nuevo o que tienen un concepto demasiado simple para ser interesante. Sin embargo, cuando la trama sabe juntar este concepto con otros explotables, buenos personajes y una narrativa fuerte, salen joyas maravillosas. Houseki no Kuni (宝石の国, Land of the Lustrous), de Haruko Ichikawa es una de esas obras.

Algunos conoceréis este título, un seinen de acción y fantasía, por el anime que ya ha sacado unos pocos episodios, pero el manga tiene una larga trayectoria. Comenzó a publicarse en julio 2013, antes que Steven Universe, en Kodansha y cuenta ahora con unos cuantos tomos, variados personajes y una historia mucho más oscura de lo que podría imaginarse cuando comenzamos el viaje.

El protagonista es Phosphophyllite (Fosfofilita), Phos para los amigos, la gema más joven de todas, cabeza hueca, débil y poco apto para vivir en la sociedad en la que le ha tocado estar. ¿Por qué? Bien, porque su resistencia es la segunda más baja de todas; solo 3’5, lo cual significa que al menor roce, se rompe.

Y es que los personajes son gemas antropomórficas. Tallados desde su nacimiento por el Maestro Kondo, son delicados y afeminados, y ejercen diversos trabajos en función de su resistencia y capacidad de lucha. Así, por ejemplo, el mejor guerrero es Bortz, un tipo de diamante que no se fragmenta ni rompe con facilidad. El más débil de todos, en cambio, es Cinnabar (Cinabrio), una gema que genera mercurio y resulta venenoso para sus compañeros. Phos ni si quiera cuenta con esta maldición, por lo que no resulta apto para defenderse por sí solo, ni tampoco es muy inteligente ni tiene don para las tareas manuales.

En un mundo donde las gemas viven acosadas y deben luchar por sus vidas, Phos no tiene mucha cabida. Por eso su Maestro Kondo, tras 300 años, encuentra un trabajo que definirá su futura historia: le da el papel de hacer una enciclopedia del mundo conocido.

¿Y cómo es este mundo? Houseki no Kuni parece transcurrir en un futuro lejano, lejanísimo, donde el mundo ha sido destruido por seis meteoritos. Ya no quedan humanos, eso desde luego, ni tampoco resta más que un pequeño fragmento de tierra en medio del océano. Las gemas son las criaturas, junto a los animales más básicos, que lo habitan. En principio, se trata de criaturas inmortales. Mientras peguen sus fragmentos, no importa las veces que se rompan, pueden continuar viviendo, aunque por cada parte que pierden de forma definitiva, se va con él un pedazo de su memoria. Esto da lugar al tratamiento de la personalidad, de las memorias y del hastío de la inmortalidad, puesto que son muy pocas y tienen una vida tremendamente cíclica.

Pero hemos dicho que en tierra solo están las gemas y los animales más básicos. Así pues, ¿cómo es que están en constante peligro?

Por la Gente de la Luna. Si las gemas son duras y hermosas, estas criaturas son fantasmales, silenciosas y elegantes. Se trata de unos siniestros invasores que provienen, literalmente, del satélite. Cada pocos días aparecen de súbito en los alrededores del hogar de las gemas y las atacan con una lluvia de flechas. Su objetivo es quebrarlas para llevarse sus pedazos a la luna, donde parece ser que las usan de adornos. Es una lucha que lleva en pie más de cuatro mil años.

No está mal para empezar, ¿verdad? En este primer tomo se presentan todos estos elementos, además de a diversos personajes para mostrarnos cómo viven las gemas. Hay un doctor, un modista, un herrero, un bibliotecario y muchos más puestos de trabajo. Todos tienen un papel determinado, menos Phos y Cinnabar. Phos parece atraer los problemas y, gracias a eso, se encuentra con que Cinnabar está desesperado. Él mismo se ha condenado a patrullar en busca de la Gente de la Luna de noche, aunque solo aparecen de día, y vive lejos desde hace décadas para no dañar a ninguna de las otras gemas. Su deseo es que, al menos, la Gente de la Luna se lo lleve y sirva de algo en otro lugar.

El propósito de la existencia es algo que se toca a menudo en esta historia y que poblará el resto de tomos. Es más, la motivación inicial y emocional de Phos es evitar que Cinnabar se vaya a la luna (muera). Por eso le promete a Cinnabar que encontrará un trabajo bueno y divertido para él. Pero Phos es un bocazas y no tiene ni idea de cómo lograrlo. Eso lo lleva a reflexionar sobre su propia existencia, haciendo un trabajo que considera inútil ya que Phos quiere pelear. Diamond (Diamante), uno de los mejores luchadores, le recomienda cambiar desde dentro si está tan incómodo consigo mismo.

Phos desearía ser como él o cualquiera de sus hermanos mayores, pero todas las gemas tienen sus propios dilemas y sus propias dudas sobre el papel que deben hacer. Protegiéndose unos a otros se hacen daño, como en el caso de Bortz, que siempre impide que Diamond pelee por su cuenta, ya que aunque es duro, si le golpean en ciertos puntos es muy capaz de romperse. Y eso le quita su propósito en la vida a Diamond.

Puede parecer mucha información de golpe, pero lo cierto es que Houseki no Kuni tiene una narración minimalista. Se basa mucho en escenas simples, en los grandes espacios donde viven las gemas y secciones de comicidad en las conversaciones de los personajes que permiten que el olor a tragedia no se cierna demasiado sobre el ambiente. Todavía.

Para presentar estas ideas, muchas veces se usan las batallas contra la Gente de la Luna. A pesar de ser reiterativas, sirven para marcar el constante acoso, el miedo a perder a un compañero (que se lo lleven a la luna) o y son una buena exposición inicial para presentar a ambos bandos. En definitiva, una forma muy particular pero interesante de iniciar una historia.

Así pues, el ritmo que os vais a encontrar es relativamente lento, pero ligero y muy fácil de llevar. Los diseños son estilizados y, como la narración, minimalista. Puede que no guste a muchos, porque hay que hacerse a su estilo, si bien este se va volviendo más y más elegante con el tiempo. No hay muchos detalles a primera vista, pero cada personaje es diferente de otro, tiene expresiones muy propias y personalidades claramente diferenciadas. En especial se aprecia el detalle en las páginas a color, que son preciosas.

Por último, cabe de hablar de un tema que hace que los traductores se tiren de los pelos. Las gemas carecen de sexo. Ellos mismos explican que no tienen forma de reproducción, ya que no son animales, así pues no necesitan género ni sexo.

En algunas ocasiones se traduce como ellas (en castellano se comprendería por «piedra preciosa» o «gema») por su femenino aspecto, con caderas salientes, pero en japonés utilizan pronombres masculinos (彼, kare, él; 兄貴, aniki, hermano mayor; 兄ちゃん, nii-chan). Son una especie diferente, incluso si nos imitan en muchas cosas, y por ejemplo rehúyen el contacto físico porque pueden hacerse daño. En inglés se puede emplear el they para intentar acercarse a la neutralidad japonesa. Ya que no hay equivalente en español, he decidido hablar de los personajes en masculino, pero siempre dejando claro que se supone que son neutrales y que no busco ofender a nadie.

Así pues, concluimos que Houseki no Kuni es una obra valiente, artística, encantadora con sus bromas pero que se toma en serio las ideas que pretende presentar. Sus personajes se equivocan, tienen capas y no son perfectos. Y todos son preciosos. ¡Vale la pena echarle un vistazo antes (o después) de saltar al anime!

Lo mejor
  • Personajes variados y creíbles
  • Un gran trato de la inmortalidad
  • El arte minimalista e impactante
Lo peor
  • Quizás al principio el arte sea algo irregular
  • A algunos les resultará lento