El pasado fin de semana estuvimos en el XVI Salón del Cómic de Granada, que tenÃa lugar entre los dÃas 11 y 13 de marzo en FERMASA. El viernes debido a ciertos impedimentos no pudimos estar allÃ, asà que pasamos al dÃa grande: el sábado.
A pesar del ineficiente servicio de autobuses de la ciudad, téngase en cuenta el madrugar, llegué al recinto instantes antes de que el salón abriera sus puertas. A pesar de que el dÃa se tornaba gris, la cola era significante y preveÃa un buen dÃa en cuanto a afluencia de público. Y asà fue, pero ya hablaré de eso después.
El caso es que no empezamos, a nivel particular, demasiado bien la mañana. Digamos, resumiendo, que los panfletos que habÃamos preparado para el stand… no llegaron. Porque ya sabéis, Correos y eficiencia no van acompañados.
La mañana empezaba movidita; la gente comenzaba a llenar el recinto, el ambiente mejoraba y las actividades se sucedÃan anunciadas por megafonÃa. Pues bien, un par de horas después tenÃamos panfletos, y el stand de Deculture se normalizaba. Conexión en directo vÃa Livestream, panfletos a mansalva y caramelos/droja (que voló) gratis.
Creo que nos faltó tiempo, no paramos. Un ratito después hacÃamos la primera parada para comer.
Sinceramente, el ambiente era inmejorable. Esa «gracia» que los salones han ido perdiendo poco a poco parecÃa haber vuelto. La gente no paraba de ir y venir, el recinto y el exterior estaban llenos a rebosar y la afluencia de cosplayers era enorme.
Pues bien, comimos y nos volvimos. Eran las cuatro y en breve comenzarÃa el cosplay, la gran atracción de la tarde.
Vale, no empezó tan brevemente. De lo poco que podemos reprochar es la hora de retraso con la que comenzó el cosplay. Y es que si bien es cierto que no hay salón o evento que cumpla al 100% con el horario del cosplay, siempre se agradece que la cosa no se retrase excesivamente.
En contrapartida, tuvimos el mejor concurso de cosplay a nivel de organización que yo personalmente he visto. La distribución era sencillamente genial, con la gran novedad de incorporar una pasarela para que al terminar su actuación, los cosplayers pudieran bajar y postrarse ante público, jueces y prensa. Y es muy de agradecer, ya no sólo por la vistosidad que da al concurso, sino por dar la oportunidad a los propios participantes de tener un mayor tiempo en el que mostrar al público eso que tanto empeño les ha llevado.
Prensa tenÃa además un lugar apartado desde el que tuvimos unas vistas geniales a la hora de hacer fotos. Allà tuvimos a nuestro amigo argantonio, mientras Javi grababa y yo en compañÃa de Ransil haciamos las veces de jurado.
En ese sentido la disposición era muy buena, todo estaba muy bien montado.
A mitad del concurso de cosplay tenÃamos la aparición estelar del cantante de Espirit D’Air, que con un par de canciones anunciaba el concierto del domingo.
Siguió el concurso y siguieron los participantes. Y bueno… Si bien hubo mucha variedad y calidad, otros muchos sobraban. El concurso se hizo bastante eterno, tanto que cuando acabó nos habÃa dado la hora del cierre de puertas del salón.
En este sentido, y sin ánimo de ofender a nadie, alguna gente se deberÃa replantear el participar en el concurso de cosplay. Más aún si es para hacer la tÃpica actuación chorra con unos cosplays bien cutres que no aporta nada al concurso.
Otra solución pasa porque la organización regule el número de participaciones. No serÃa mala idea de cara a no eternizar el concurso y que llegado el final el pabellón donde se celebraba (a parte del principal, otro punto a tener muy positivamente en cuenta), que habÃa estado lleno, quedara prácticamente vacÃo y lleno de caras de aburrimiento.
La culpa no es de nadie. Todo el mundo quiere participar y la organización hace bien en no dejar a nadie sin posibilidad de participar, pero no deja de ser un problema el dedicar tantas horas al cosplay.
En resumen: un buen concurso de cosplay en cuanto a participación y calidad de las actuaciones, aunque remarcando lo de las actuaciones, ya que a excepción de los ganadores al mejor cosplay y tres o cuatro más, lo que primaban eran las actuaciones frente a la calidad de los trajes. Y eso, destacar además la organización, con la pega de que se hizo demasiado largo, un aspecto a mejorar de cara a próximas ediciones.
Se salió, se cenó y se durmió. Y llegó el domingo.
Las impresiones generales del domingo fueron buenas; el elenco de actividades continuaba, destacando el concierto y la entrega de premios, que retransmitimos en directo. Pero el ambiente habÃa desaparecido por completo, y es una pena.
Es un problema evidente en los salones, que el domingo la cosa decae bastante. En esta ocasión hay que destacar los esfuerzos de la organización por evitarlo, con entrada gratuita el domingo a menores de 14 años acompañados de adultos entre otras ofertas.
Asà que si bien esto ayudó a que el domingo estuviera más lleno que otros años, la sensación no era muy buena. Donde más se notó fue precisamente en el concierto, que me parece una verdadera lástima lo vacÃo que estaba el pabellón del escenario para un evento de estas circunstancias.
Asà que el domingo estuvimos bastante relajados, aprovechando para hacer algunas compras, cosa que el sábado no habÃamos podido hacer. Y la verdad, qué sorpresa. Pudimos encontrar ofertas muy buenas, que por ejemplo, en el salón del manga de finales de año no suele haber.
Y bueno, llegó el final del salón.
Nos llevamos muy buenas impresiones del salón. Nos lo pasamos y nos trataron muy bien en todo momento desde la organización, que montó uno de los mejores salones que se han visto por la ciudad, notándose la evolución entre edición y edición. Aún quedan cosas por mejorar, pero ya habrá tiempo para eso el año que viene.
Me despido no sin antes saludar y dar las gracias por su ayuda y compañÃa al gran Argan, que estuvo con nosotros sábado y domingo ayudándonos en todo, ¡gracias tÃo! También a Vanirax, con el que también pasamos gran parte del sábado y que también nos ayudó mucho. A nuestros compañeros de Koi Nya, Clow y Lulu. Y como no, a los vecinos de stand, Ransil, Evilpollo y los demás FTWers, cuya compañÃa fue indispensable a la vez que inquietante, ya me entendéis.