Yakuza es una de las franquicias que más me han apasionado en el mundo de los videojuegos. La sucesora espiritual de Shenmue (guardando siempre las diferencias, que no son pocas) es de esas joyas que uno en principio uno mira con recelo y escepticismo (yo reconozco que me resistí a jugar al primero porque lo jugaban todos los Shu_MoreNikoH del barrio) pero que cuando cata una de sus entregas se queda totalmente atrapado gracias a su increíble historia y sus carismáticos personajes que siguen las directrices que giran en torno a las películas y novelas sobre la yakuza. Códigos de honor y valores que harán que nos crezca la barba en cero coma tres segundos.
Me apena, y mucho, ver que en occidente la franquicia Yakuza no es todo lo popular que se merece, al fin y al cabo es una de las franquicias más completas de la actual generación. Y ya podrán estar sobre un altar y echárseme encima todos los fans que veneran los juegos que voy a mencionar, pero ni Skyward Sword ni GTA IV, entre otros, le llegan a la punta de los zapatos a los tres títulos de Yakuza que han salido para PlayStation 3.
Lo sé, sé que hay quien dirá que es como decir que un perro borda mejores jerseys de ositos que una abuela, ya que no pertenecen a los mismos géneros, pero hablo de un juego, no solo con espíritu, sino que además es mucho más complejo, con varios minijuegos, historias secundarias y simuladores que te hacen apartarte de la historia principal para poder disfrutar de la libertad de Kamurocho sin necesidad de tener mapas tamaño Skyrim y sin necesidad de ser un RPG. En GTA IV al fin y al cabo no puedes hacer lo que te da la gana, puedes matar lo que te da la gana, puedes coger el coche que te da la gana, puedes recorrer las calles que te de la gana, siempre dentro de unos límites. Pero eso no es libertad, es libertinaje hacia franquicias que sí se esfuerzan en ofrecer la esencia de la libertad, con variedad de minijuegos e incluso juegos completos dentro de un mismo título, con varias historias y personajes que se entrecruzan, y con toques de humor que tanta falta hacen en los considerados juegos AAA.
En Yakuza 5 parece que los chicos de SEGA y el Team Yakuza se han tomado muy en serio esto de ofrecer actividades a los jugadores que ya quisieran otros y que hacen del juego uno muy completo que roza la perfección. Tenemos simuladores de gestor de club de alterne, mantendremos citas con chicas guapas sin necesidad de recurrir al fanservice facilón del folleteo, tendremos salones recreativos con varios minijuegos, podremos humillar a un macho como Kazuma y hacerle cantar en el karaoke y, atención, catar juegos completos como Virtua Fighter, que además cuenta con modo online. Y no solo esto, sino mucho más, aunque prefiero guardármelo para cuando le dedique al título una entrada como se merece.
Otra de las bondades de la franquicia Yakuza es la presencia de productos de marca y cadenas de tiendas que existen en la vida real, detalles que ayudan al jugador conocedor de la cultura y sociedad japonesa a conectar más fácilmente con el videojuego. El apoyo de estas marcas y cadenas se debe al enorme éxito que la franquicia Yakuza cosechaen Japón, y parece que con Yakuza 5 las compañías se han volcado de lleno. Desde hace varias entregas podemos ir a los convini a revisar las distintas revistas que las editoriales japonesas tienen a la venta en el mercado del propio videojuego. Pues bien, en Yakuza 5 podremos leer manga. Y entre estos manga se encuentra Fairy Tail, y me consta que no es el único. Eso sí, no os hagáis ilusiones porque tan solo se puede leer una pizca, no toda la obra entera. ¡Pero it’s free! (o a cambio de unos pocos yenes virtuales).
Es un detalle pequeño, que junto a otros detalles igualmente menores van dando a Yakuza 5 la forma de un juego que, si bien no es perfecto, roza la perfección.
Solo esperemos que para cuando llegue a Europa dentro de unos años (yo nunca pierdo la fe con SEGA) no nos recorten este contenido por motivos legales. En Japón ya lo están disfrutando, con cerca de medio millón de unidades vendidas.
Fuente: Astrayarc
Fundador, redactor jefe y editor de Deculture.es. Jugón desde la vieja escuela, amante de JRPGs y SRPGs, a poder ser de estilo clásico. Lector de cómics, amante del manga clásico.