‘Wild Life’, un manga para apreciar la vida animal

'Wild Life' es un shonen manga de Masato Fujisaki protagonizado por Tessho, un macarra que se hace veterinario gracia a su don para salvar vidas animales.

Muchos sabréis que a mí lo que me suelen ir son los clásicos y los seinen, aunque también hago honrosas excepciones a obras y autores que bien se lo merecen, como puede ser todo aquello que sale del lápiz de Mitsuru Adachi, uno de los mangaka más experimentados y sobresalientes. Pero también me gusta leer obras que se salen de lo convencional y tatan tremas poco explotados. Es el caso de Wild Life, un shonen de Masato Fujisaki, la historia de un macarra que, debido a su finísimo oído, decide animarse a hacerse veterinario. El desencadenante de esta decisión es «inu«, un perro callejero a punto de morir y que es salvado por Tessho, nuestro querido shurprimo, quien decide entonces aprovechar su habilidad para rescatar más vidas animales.

No os voy a engañar, la historia no toca temas tan trascendentales, éticos y filosóficos como pudiera hacerlo Black Jack, el cirujano creado por Osamu Tezuka que actúa como un Robin Hood. En su lugar se sigue la tónica del shonen, ofreciendo humor, aventuras, competición, afán de superación, habilidades sobrehumanas, algo de acción y, dada su peculiar temática, nos permite conocer a criaturas de todo el globo mientras mantiene vivo el mensaje de concienciación y respeto hacia la fauna animal. En varias ocasiones cuestiona al ser humano, que en pos de obtener beneficio económico y/o creerse superior por tan solo ser un mamífero racional provoca grandes daños en varias especies animales, pero insisto en que no profundiza tanto en el tema al no ser un drama, aunque la crítica ahí está.

Como es habitual en los shonen, se da más importancia a los personajes que a los fondos, aunque también tenemos detallados planos en operaciones de cirujía que nos permiten ver los órganos de las criaturas a las que se les intenta salvar la vida. La historia se sitúa en el Japón de nuestros días, por lo que más allá de las habilidades de nuestro protagonista y otros personajes no veremos flipadas propias de los manga de fantasía.

Las rosas son rojas, las violetas azules.. ojalá fuese perro para que ella me vacune.

Wild Life es además una obra que nos acerca a la labor de aquellos veterinarios, voluntarios y asociaciones de todo el mundo que diariamente luchan contracorriente para salvar la vida de animales a punto de morir y que han sido abandonados a su suerte por dueños, cazadores furtivos y otro tipo de seres humanos sin escrúpulos. Y por exageradas que parezcan algunas escenas del manga, en muchas ocasiones se quedan cortas en comparación con los casos y las adversidades a las que estas personas en muchas ocasiones han de enfrentarse en la vida real. Os dejo como ejemplo este vídeo grabado en Italia, donde logran salvar a un lobo herido por perdigones de escopeta y que estaba prácticamente congelado. Su corazón se paró, pero ello no impidió a los voluntarios luchar para salvarle la vida.

¿Lo malo? Que los animales no te importen una mierda (lo cual, pese a que es preocupante, no es raro de ver en este mundo), y también que la serie es larga. Cuenta con un total de 27 volúmenes y Norma Editorial ya se va acercando a su final. Si además eres de los que ya no tragan ningún shonen, puede que Wild Life no se adapte a tus necesidades como lector de cómics.

A mí personalmente me atrae por la pasión que siento hacia los animales y porque se hace entretenida. Creo que es una obra educativa que se debería tener dada su peculiaridad, aunque uno vaya completándola poquito a poco. Su escasa popularidad no debería ser motivo para no hacerse con ella. Disfrutar de una obra no depende de cuantos de tus amigotes la tengan en su colección, sino de lo que consiga atraparte y/o entretenerte a tí mismo/a. Aunque cabe decir que en Japón sí que ha contado con la fama suficiente como para llevar a cabo un dorama (el cual fue suspendido debido a la muerte de unas jirafas) y como para recibir en 2006 el premio Shogakukan para un shonen.