Joaquin Baldwin, un fan que vendía una serie de figuras de Final Fantasy VII fabricadas con una impresora 3D, ha visto interrumpida su iniciativa a causa de Square-Enix, la propietaria de los derechos de explotación comercial de la franquicia Final Fantasy.
Estas figuras recreaban fielmente los característicos modelos de personaje poligonales presentes en el videojuego y podían adquirirse a través de Shapeways a precios que iban desde los 14 hasta los 30 dólares, dependiendo del tamaño de cada una. Parece ser que la compañía del limo y el chocobo ha contactado directamente con Shapeways para que se interrumpa la venta, y no se conoce que haya tomado medidas contra Baldwin.
Este caso ocurre poco después de que Square-Enix impidiera la financiación por crowdfunding de Final Fantasy VII: The Web Series, una serie online que pretendía retratar los momentos más importantes de icónico videojuego de la franquicia.
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