Primeras impresiones: ‘Barakamon’

Para mi sorpresa y alegría, Barakamon es uno de esos slice of life que tanto me gustan. Sin complicaciones, divertida y con puntos de humor.

barakamon

El slice of life es un género en peligro de extinción, y no precisamente porque se hagan pocas series encasilladas dentro de este tipo de narración, sino porque cada vez vemos menos slice of life al uso, sin complicaciones. Cuando me siento a ver uno de estos anime no espero encontrarme con un inesperado revés ni ninguna trama difícil de seguir. Eso sí, tampoco busco japonesadas ni niñas insoportables. Y para mi sorpresa y alegría, Barakamon es uno de esos slice of life que tanto me gustan.

¿Por qué? Bueno, la principal razón es que es una serie divertida, y dentro de lo que tiene que ofrecer una producción de estas características, que sea divertida es fundamental. Si además hace gracia, como es el caso, pues mejor que mejor. Un humor sin mucha complicación, por cierto.

barakamon-2

Sí, Barakamon no cuenta con ningún elemento nuevo que aportar al género, salvo la propia ejecución del mismo con la mayor de las correcciones. Un protagonista que necesita concentración y espacio y se muda a un pueblo perdido de Japón, y que claro está, se encontrará con todo lo contrario de lo que andaba buscando.

No hay más.

Es cierto que la ocupación del chico protagonista es muy nipona —un joven dedicado al arte del shodô, la caligrafía japonesa—, pero eso es lo de menos en Barakamon. A fin de cuentas, se trata de llevar a cabo sus metas, de liberar su mente y de avanzar en su trabajo. El entorno y sus habitantes no parecen ser a priori los idóneos en su búsqueda de la concentración, pero no tardará en descubrir que su amabilidad y cercanía son el mejor de los motores para sobrevivir.

barakamon-3

En este caso Kinema CitrusBlack Bullet, Tokyo Magnitude 8.0— perpetran muy bien el carácter japonés de este tipo de series. Normalidad, por fin, sin chicas ni comentarios pedantes. El humor que usan te gustará más o menos, pero en cualquiera de los casos encaja sin problemas en el contexto bajo el que nada la serie. Una serie que vive de sus personajes, como todo buen slice of life que se precie, y de lo que cada uno de ellos tiene que aportar al capítulo que estás viendo y la historia en conjunto.

El resultado es bastante bueno, y si la cosa sigue la estela de los dos capítulos que lleva emitidos, Barakamon promete ser una baza estupenda para este verano.