Los juegos de simulación de citas son bastante comunes en el catálogo de los jugadores japoneses. Muchas veces estos se convierten en la base de una adaptación exitosa tanto en manga como en anime. Y un gran número de ellos, los denominados otome, son dedicados al público femenino. La mayoría de veces suelen ambientarse en un instituto, donde la protagonista, de la noche a la mañana, se encuentra rodeada de una media de cinco a diez chicos guapísimos, cada uno con un estereotipo bastante definido que le diferencia de los demás. Estos juegos, usando el género de la novela visual, hacen que elijamos qué decir o qué hacer en ciertas situaciones al conversar con estos chicos, siendo uno de ellos quizás el hombre de nuestros sueños, o con amigas que nos ayudan a decidirnos a lo largo de la historia. El objetivo del juego es acabar con el que más nos gusta, jugando con la posibilidad de dudar entre dos o tres. Obviamente, un número superior sería imposible: no podemos caerle bien a todos.
Corazón de Melón es un juego de simulación que triunfó en Francia con el nombre original de Amour Sucre, y el cual se ha extendido a otros países, entre ellos España. Pero hoy (de momento) no quiero hablar del juego, sino de su adaptación al manga en su país de origen, de la mano de dos autores españolas: Irene Díaz y Laura Moreno, ambas de Granada, son más conocidas en el mundo del cómic como Xian Nu Studio — Bakemono puede ser una de sus obras más conocidas en España, la cual llegó de la mano de Glénat. Las dos combinan su propio estilo en el dibujo de esta adaptación respetando el de la autora original del juego, ChinoMiko. El cómic llega a España gracias a la editorial Fandogamia, la cual lleva publicados ya dos tomos, a la espera de un tercero y publicados hasta el cinco en Francia.
El primer tomo nos presenta a Lynn, una muchacha que estudia en el instituto Sweet Amoris con sus amigas y un puñado de compañeros bastante guapos. El día de su cumpleaños, decide hacer una fiesta en su casa para celebrarlo, pero su tía se lo prohíbe. Su plan se viene abajo e intentando darle una solución al problema recibe un misterioso SMS a su móvil de un supuesto admirador anónimo.
El segundo tomo nos presenta los mismos protagonistas pero un ambiente diferente. Empiezan las vacaciones de verano y el instituto organiza un camping para los estudiantes. Lynn, junto al resto de sus compañeros, tendrán que resolver un misterio relacionado con la desaparición de parte de sus tiendas de campaña, un problema que hace que Lynn tenga que compartir lugar para dormir con más de uno de los chicos que le hacen compañía.
Como veis, las historias de cada tomo son autoconclusivas, aunque gracias al pequeño juego que dan en determinadas páginas de cada uno parte de lo sucedido en el primero nos ayuda a tomar decisiones en el segundo. Y es que el cómic, al igual que el juego, te deja elegir entre varias opciones y seguir en una página u otra dependiendo de tu decisión, acercándote a uno u otro chico. El elenco principal del juego original reaparece en esta adaptación: el poético y amable Lysandro, el responsable y formal Nathaniel y el crudo y sarcástico Castiel; a ellos se unen un chico nuevo cuyo diseño estuvo a cargo de Xian Nu, Viktor, amigo de la infancia de Lynn.
¿Y a mí qué me ha parecido? Pues bien, me ha resultado bastante entretenido. Me lo paso bastante bien con este tipo de juegos y me gusta acabar con el chico que más me llama la atención, y la experiencia en papel ha sido muy divertida. Si bien es la típica historia otome en la que se cumple con toda clases de clichés y fanservice a montones (caídas torpes encima del chico o acabar debajo de él por accidente, echar pomada en la enfermería, dormir juntos con poca ropa y apretaditos, etc), sólo recomendaría este tipo de género para las amantes del mismo. Y para los que se lo pasen bien con ellos también, que conozco a más de un chico que los lee. Y no, no estoy hablando de simulaciones con el género cambiado (chico rodeado de chicas). Conozco a gente que decide darle una oportunidad para bien probar una nueva experiencia o reírse a costa de ello. ¡Que oigan, esta historia es pura fantasía y no muy propia de la realidad, lo cual lo veo aceptable! Obviamente, yo tampoco me lo tomo en serio (¿o sí?)
En conclusión, el manga Corazón de Melón cumple con lo que promete: una chica rodeada de chicos guapísimos y encantadores… y un corazón que conquistar. ¿Os subís al termómetro del amor?

- Una experiencia curiosa en papel.
- Muy recomendada para amantes de este género, poco disponible en nuestro país.
- Es una historia bastante típica, sin demasiado que llegue a brillar por encima de otras del mismo estilo.