El segundo tomo de Ugnis es muy distinto al primero. Si la historia comenzó con la destrucción del Reino de Eldur y el viaje de Elizabeth en busca de venganza (o según ella, justicia), aquí la narración toma un respiro y se detiene para mirar en la dirección opuesta. En este tomo aprenderemos más sobre lo que ocurrió realmente el día que Zabe quedó maldita y sobre el que ha demostrado ser el personaje más complejo y fascinante del cómic hasta el momento, el mismo que ocupa por derecho la ilustración de la portada: Gerard.
Comenzamos justo cuando lo dejamos, con nuestra protagonista despertándose en el refugio de repudiados, marginados y malditos al que fue llevada. Es un lugar grande, lleno de personajes de todo tipo (y diversas razas) que iremos conociendo poco a poco. Convenientemente para Elizabeth, muchos de estos personajes son expertos en diferentes estilos del lucha o en el control de los poderes de ugnis, así que durante varios capítulos se dedicarán a instruirla mientras nosotros vamos descubriendo los trasfondos de algunos de sus profesores provisionales.
Contado así, puede parecer que estamos ante el típico entrenamiento al que todo protagonista de shonen se somete tarde o temprano, y hay parte de verdad en ello, pero el tomo dos de Ugnis pone el foco de atención sobre otros temas: después de todo, Elizabeth no ha llegado sola. Tanto William como Gerard acabaron allí con ella, y Zabe tiene cosas que ocultar sobre la verdadera naturaleza de ambos. Will es un vanduo, alguien que ha vendido su alma a cambio de romper una maldición; y las llamas de Gerard son de color esmeralda, algo que sólo Elizabeth y William conocen, y que encierra un significado perturbador. Parece cuestión de tiempo que uno de los acompañantes de la joven traicione a los refugiados que les han acogido, así que la situación es una auténtica bomba de relojería.
Pero lo más fascinante del tomo no son los capítulos que suceden en el refugio, sino los flashbacks a los que me referí al comienzo. Es difícil hacer un cálculo exacto, pero diría que de los seis capítulos que incluye el tomo, casi tres de ellos tratan enteramente sobre el pasado… y luego está el segundo capítulo especial, exclusivo de la edición en papel. A diferencia del primero, incluido en el tomo anterior, este parece muy relevante y cargado de información significativa para la trama. En él descubriremos detalles sobre una época de la vida de Gerard diferente a la cubierta por los flashbacks de la historia original.
Estos recuerdos son asimilados simultáneamente por Elizabeth y el lector mediante una sencilla pero efectiva mecánica. La memoria de la joven es confusa, o sencillamente está desaparecida: no recuerda ciertos detalles de su pasado, ni sabe con seguridad cómo terminó siendo una ugnis. Sin embargo, ella descubre que tocando con su mano quemada las marcas que Gerard tiene en el cuerpo, podrá vislumbrar los hechos tal como él los recuerda. Y no es una historia bonita, ni una que estuviera dispuesto a contar. En realidad, el mentor de Zabe ha estado ocultando muchas cosas. Pero parece ser que este conocimiento no es gratis, y que utilizar ese sistema para obtener información puede generar consecuencias indeseables…
Sin llegar a entrar en spoilers, esa es la sinopsis más minuciosa que puedo hacer sobre el volumen. En cuanto a los detalles técnicos, hay poco que añadir respecto a lo relatado sobre el primer tomo. El dibujo sigue siendo sublime; que nadie tema por el hecho de que el viaje de la protagonista no avance, porque entre los recuerdos y el entrenamiento tenemos tanta acción como se pueda desear.
También sigue habiendo momentos donde el humor puede llegar a resultar chocante por interrumpir un momento especialmente serio o triste, aunque son muy puntuales y en general encontraremos bromas ingeniosas y divertidas. Quizá podamos echar de menos el metahumor referido a los clichés del género, pero esto se debe a que la historia ha encontrado su propio rumbo y se ha apartado, por el momento, del camino tópico que siguen otras historias del mismo estilo.
En resumen, mi valoración del segundo tomo de Ugnis, el cómic de Kaoru Okino editado por Imagion, es claramente superior a la del primero. Me ha gustado más. Es una continuación que no decepciona y que promete guiar la serie hacia batallas más intensas y revelaciones más sorprendentes.
Soy un tipo nacido en un pueblo perdido de la provincia de Jaén que colabora en Deculture cuando no está ocupado trabajando en libros y guiones de manga o videojuegos.

- El dibujo sigue siendo espléndido: dinámico y con fondos cuidados, amén de diseños imaginativos, resulta ideal para esta clase de cómic.
- Las historias que descubrimos sobre el pasado de Gerard, un personaje complejo con un punto perturbador.
- Los personajes del refugio, en especial Claudia, y sus interrelaciones y trasfondos.
- El humor, aunque en general divierte, puede chocar al aparecer en algunos momentos muy lúgubres.
- Es un tomo sobre el pasado de Gerard y sobre el entrenamiento de Elizabeth, así que no veremos continuar de momento la búsqueda de Zemes Rose.