Impresiones: ‘Kingdom Hearts: Unchained X’

¿Qué quieres decir con que tengo mono de Kingdom Hearts?

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Lo esperábamos con ganas. Desde su salida el 3 de septiembre de 2015 (¡y el 18 de julio de 2013 en su versión de navegador!) ha llovido mucho, pero por fin tenemos una versión occidental de Kingdom Hearts: Unchained X que probar. Desgraciadamente, y como ya dijimos hace unos días, es sólo la norteamericana. Pero oye, está en cristiano y un servidor ha podido echarle el guante. ¿Y qué me ha parecido?

Conviértete en un héroe al principio de la cronología de Kingdom Hearts, antes de la antigua Guerra de las Llaves Espada. Recolecta lux —una misteriosa forma de luz— y lucha contra los sincorazón mientras exploras maravillosos mundos Disney. Conoce a caras conocidas y hazte más fuerte junto a tu Llave Espada.

Con dicha premisa iniciamos la descarga, que —ya aviso a navegantes— no es demasiado escueta. Entre los aproximadamente 50MB de entrada y el paquete de datos de más de 700, vas a tener que hacer hueco en tu dispositivo móvil y esperar si no es excesivamente rápido. Por suerte, mientras lo hacemos, se nos recuerda —con el motor del propio juego, como si un libro de cuento se tratara— la historia que la abuela de Kairi le narró en Vergel Radiante.

Una vez dentro, iniciamos el tutorial. Os resumiré lo más básico: contamos con misiones cortas —algunas de historia, otras que son eventos para conseguir insignias y materiales y dos categorías basadas en Ciudad de Paso Coliseo del Olimpo que no he podido desbloquear aún— en las que tenemos que… Matar sincorazones y recorrer mundos —ya sean de Disney u originales— para recoger materiales. Ciertamente, Nomura no mentía cuando decía que el título contaba con una base simple y ágil para el jugador. Pero no quiero decir con ello que el título peque de estar excesivamente simplificado, en absoluto.

El modo de batalla está basado en insignias —que estarán basadas en personajes de la franquicia como habéis podido comprobar en las capturas—, que harán la vez de los ataques de los que disponemos en el turno. Con cada una de ellas podremos bien atacar un objetivo (pulsar), a todos (deslizar) o realizar un ataque especial que dependerá de nuestra insignia (arrastrar la medalla al centro de la pantalla).

Con sólo esas tres acciones y un triángulo «piedra, papel, tijeras» con «fuerza, velocidad y magia» son capaces de implementar un juego ágil, intuitivo y que comprime la magia de la franquicia en pequeñas píldoras. Ve a por tu monstruo marcado para completar el nivel, completa tres objetivos adicionales para ganar premios.

Por suerte, también el desarrollo cae en no ser abusivo para el jugador. A fecha de escribir este análisis he podido completar tres mundos sin preocuparme en ningún momento sin quedarme sin puntos de acción —sólo se me han agotado en las misiones de evento, pero es algo más que justificado—, lo que es un verdadero alivio para el que quiera avanzar a gusto en las pequeñas historias que nos cuenta.

La personalización y mejora toma tres frentes: el personaje, las Llaves Espada y las insignias. Si bien la última es la más crítica para ser más fuerte —conseguir nuevas medallas nos permitirá el uso de ciertas habilidades y si no nos gustan (o si no tienen otro cometido, como las de los sobrinos de Donald), darán más experiencia a nuestras favoritas—, al avanzar en la trama podremos obtener nuevas armas que subir de nivel —darán bonus especiales a ciertos tipos de medallas y desbloquearán más huecos para éstas. Se mejoran con materiales obtenidos como premio o recompensa— y tableros de ropa y peinado —que se desarrollarán como el de esferas en Final Fantasy X y nos permitirán subir la estadística de vitalidad y la capacidad máxima en adición a dar nuevas piezas de personalización—.

¿En lo técnico? Un gustazo. Si bien las animaciones están muy atenidas a la estructura del juego, los ataques especiales son muchos y variados y rescatados de la franquicia principal. Los escenarios, especialmente resultones con el estilo de dibujo, son un gusto de recorrer, y la música —la nueva, ya que la mayoría está rescatada de anteriores títulos— también es una delicia para los oídos.

Lo que no sé es a nivel de optimización cómo analizarlo, ya que estoy jugándolo en un emulador de Android para PC por comodidad, aunque hice pruebas en una tablet ya algo desactualizada (Samsung Galaxy Tab 2) y funciona igualmente fluido, aunque no he tenido oportunidad de verlo a fondo.

Y la pregunta de oro: ¿es un Pay to Win? No voy a decir que «sin duda», pero está claro que es el modelo de negocio. Por suerte, el título es capaz de proveerte con un flujo más o menos constante de monedas premium, por lo que no tienes por qué quedarte atrás a la hora de pagar por insignias aleatorias de alto nivel o conjuntos exclusivos de la tienda de pago.

Entonces, ¿es Kingdom Hearts: Unchained X una buena adición a la saga? El tiempo lo dirá. Por ahora, me divierte tanto como espero de él y me parece bien diseñado tanto en lo técnico como en lo artístico.