Tales of Zestiria the X ha sacado su tercer episodio —segundo si contamos el prólogo—, en el que Alisha al fin llega a su destino después de un desventurado viaje. Así, tiene la oportunidad de ver la ciudad más pura del mundo conocido y aprendemos que los Serafines son un poquito racistas.
Mientras Mikleo no deja de fulminar con la mirada a la princesa caballero, esta se lleva una decepción al descubrir que Sorey no es el Pastor que todos están esperando. Como no pueden quedarse sin más en el templo, Sorey decide llevarla a la aldea donde viven los Serafines, Elysia —Izuchi en japonés— a pesar de las reticencias de Mikleo, irritado porque la joven no quiere darles su nombre y porque está prohibido que se acerquen los humanos. Pero vemos que Sorey es muy buena persona… Y además, siente curiosidad. ¿Cómo no sentirla? Por lo que cuenta después, nunca ha salido de Elysia y siempre ha leído la Crónica Celestial. Sorey claramente es un soñador, uno más ingenuo que Alisha y al que le encanta la historia e investigar el pasado de la Historia. La llegada de Alisha debe de haberle parecido caída del cielo.
Al contrario que en el juego, donde Alisha simplemente asume que Sorey habla solo, ya que es incapaz de percibir a los Serafines, en el anime les pide ayuda incluso cuando no los ve. Eso da que pensar de la actitud reservada de los Serafines, que reniegan de los humanos. De acuerdo a lo que afirman, estos solo traerán calamidades. Es mejor mantenerse alejados. No son agresivos, simplemente no responden a la llamada de nadie. Por supuesto, están en su derecho. Más si nadie o casi nadie les ve. Eso no evita que resulte descorazonador ver la desesperación de Alisha y que los Serafines ni se planteen darle una señal de que la han escuchado.
El abuelo de los chicos los regaña por haber traído a Alisha y exige que Sorey se la lleve. Lo más interesante de esta conversación no es contemplar la actitud de los Serafines, sino la de Sorey: se advierte cierto ligero resentimiento. Al fin y al cabo, él también es humano. Es normal que se sienta insultado. Pero para el abuelo no hay color: Sorey se ha criado entre Serafines. Es puro, puede verlos y comunicarse con ellos. No es típico de un humano corriente.
Alisha cena con Sorey y este se interesa por el mundo exterior, por la capital de Hyland, Ladylake. Y así se resalta algo muy importante: en esa ciudad hay una espada protegida por la Dama del Lago. Quien la extraiga, se convertirá en Pastor. Leyendas artúricas aparte, poco después se nos revela otro concepto interesante: la corrupción/Malicia surge de los sentimientos negativos. Aunque los Serafines desean que Alisha se marche, forzarla dejaría a su paso un rastro de Malicia, así que esperarán a que ella esté dispuesta a partir por su propio pie. Es un equilibrio delicado, frágil.
En otro orden de cosas, algo que temía en gran medida era cómo se llevaría el tratamiento de Alisha después del trauma que ha sufrido en el prólogo. En efecto, no es igual que en el juego. Por suerte, ya que no habría tenido sentido. Esta Alisha se encuentra más deprimida, se queda más tiempo en la aldea, tiene pesadillas y le cuesta levantar cabeza. No es tan idealista, no después de lo que ha visto. Alisha descarta la posibilidad de la existencia de un Pastor como un cuento de hadas. Aun así, no está todo perdido. El abuelo tiene ciertas muestras de amabilidad con ella y Sorey insiste en mostrarle las ruinas del segundo episodio para intentar devolverle las esperanzas. Los Pastores existieron, hay pruebas históricas.
Alisha decide partir poco después y, por fin, le da su nombre a Sorey y le asegura que sí cree que hay Serafines.Lo más importante de su despedida es, sin embargo, que le cuenta que habrá un certamen para extraer la espada de Ladylake y le invita a participar. Un Pastor, como señala, debería ser alguien parecido a él.
Agradezco y mucho que, al contrario que en la OVA, no se haya impuesto forzosamente una especie de pseudo-romance entre Sorey y Alisha. No se conocen bien, pero comparten ciertos gustos, ambos son humanos y Sorey aparece más como una figura amable y sincera que un posible amor. Alisha, por su parte, es una joven más responsable y severa que en la OVA y, con los problemas que carga, no parece ni plantearse nada por Sorey más allá que sincero respeto. Y lo agradezco mucho.
Volviendo a la trama, Sorey no tiene tiempo para reflexionar sobre las palabras de Alisha porque, nada más marcharse esta, se infiltra un infernal. A continuación contemplamos una maravillosa pelea con Lunarre, no solo con un cuerpo a cuerpo entre este y Sorey sino un gran escena de magia de hielo por parte de Mikleo. La pareja se comporta como un verdadero equipo en los enfrentamientos, protegiéndose el uno al otro. Pero quien destierra a Lunarre es el abuelo, que lo hace retroceder sin necesidad de atacar.
Aquí tengo algunos sentimientos encontrados. En el juego la situación no es la misma. Comprendo que es una adaptación pero cierta muerte daba un toque de atención a los protagonistas sobre lo peligrosos que eran los infernales. Teniendo en cuenta la cantidad de muertes que han metido ya solo en el prólogo, esperaba que no tomaran el camino más fácil y que hicieran que Sorey y Mikleo tuvieran que reflexionar sobre el mundo exterior con algo tan doloroso como lo es un fallecimiento.
En cualquier caso, la llegada de Alisha y la de Lunarre —que persigue a la princesa caballero— hacen que las cosas cambien. Los Serafines reconocen que no pueden estar aislados para siempre. Sorey, por su parte, decide ir a salvar a Alisha o, al menos, advertirla… Sin despedirse. Por suerte para él, tanto Mikleo como el anciano líder se imaginaron lo que iba a suceder y el primero decide unirse a la aventura. Encantado de que su compañero lo acompañe, Sorey protagoniza otra escena que encantará a las fans regalando a un encantador Mikleo en modo tsundere.
Lo último que escuchamos es el mensaje del abuelo, que anima a Sorey a ser libre y vivir al máximo, antes de una preciosa escena de un amanecer. Ha comenzado el viaje para ambos: el mundo aguarda.
¿Qué más decir de este episodio? La música es bella. Tiene tonalidades melancólicas para los momentos exactos, con partes delicadas y otras más graves que concuerdan sin problemas con lo que se espera de la escena triste o meditabunda. Las partes de tensión también van como anillo al dedo. No todos los temas son originales del juego, pero también nos traen de vuelta algunos que sacan sonrisas nostálgicas. En cuanto a la animación, no tengo palabras. Da verdadero gusto contemplar los paisajes y a los personajes paseando por ellos. Pero lo que realmente está bien hecho es la pelea contra Lunarre. Hubiera deseado que hubiera más tensión, pero si nos pueden ofrece algo así con un enfrentamiento corto no puedo esperar a los de verdadero peso.
En definitiva, un capítulo importante para marcar una transición y que da el pistoletazo de salida a la serie.
Redactora de artículos variados (Neon Genesis Evangelion, Utena, Nier Automata, Berserk, D.Gray-man) sobre worldbuilding, personajes o narrativa. De vez en cuando alguno de opinión. Tengo un blog donde hago lo mismo pero con libros.
Tales of Zestiria the X
Tales of Zestiria the X es la adaptación al anime del videojuego homónimo de 2015. Se estrenó en 2016, anunciando 25 episodios, con animación y guión de ufotable. La historia sigue las aventuras de Sorey, un muchacho criado entre Serafines en Elysia, desde el momento en que decide convertirse en Pastor.
El Pastor es una figura delicada, que debe restablecer el equilibrio en un mundo atacado por la Malicia, y que debe encontrar a Serafines elementales para que lo ayuden en su tarea. Acompañado de su amigo de la infancia Mikleo, un Serafín de agua, la princesa-caballero Alisha y bajo la tutela de la Serafín de fuego Layla, Sorey emprende el duro camino para convertirse en un Pastor. Tendrá que superar toda clase de pruebas, enfrentarse a los que quieren usarlo como un instrumento político, a los Infernales afectados por la Malicia y a sus propios miedos y dilemas. A la vez, busca un mundo donde humanos y Serafines puedan convivir juntos.
La serie está en las manos de Haruo Sotozaki como director y cuenta con el talento de Motoi Sakuraba y Go Shiina en el aspecto musical, mientras que Akira Matsushima se encarga de diseño de personajes.