Tales of Zestiria the X nos trae su segundo —¿o primero si consideramos que el anterior fue un prólogo?— capítulo y, al fin, se nos presenta a nuestro protagonista y a su amigo de la infancia. Pero antes se tiene que explicar cómo llega Alisha a conocerlos:
Como ya comenté en la anterior impresión, en Japón se aprecia mucho a Alisha y seguramente ese es el motivo de que haya protagonizado de forma casi absoluta tanto el prólogo como la primera parte de este capítulo. Pero esta no es su historia, sino la del Pastor. Por eso durante los primeros diez minutos del nuevo episodio empecé a pensar que, más allá de darle el gusto a los fans de Alisha, su protagonismo estaba llegando demasiado lejos porque no estaba haciendo avanzar la trama. Aunque ha estado bien para presentar a los normin, de los que me imagino que ya se explicará más tarde qué son, ha presentado muchos detalles que no estoy segura de si algún día tendrán aclaración: ¿qué eran esos bichos? ¿Por qué Alisha puede ver lo relacionado con la Malicia pero no a un dormin o a un Serafín?
Por otra parte, si bien es evidente que se está enfatizando lo mucho que el mundo y Alisha en concreto necesitan un salvador, he sentido que las pérdidas sufridas durante el anterior capítulo se han cortado emocionalmente demasiado rápido. Alisha está deprimida, pero temo mucho que los soldados creados exclusivamente para el prólogo no tendrán ninguna clase de influencia en ella por motivos de guión. Con todo, me ha gustado bastante cómo se ha llevado al personaje en un ambiente tan sombrío como el templo, hasta el punto de que los nervios y el miedo la pueden y tiene que gritar a pesar de que ya no la persigue nada.
También hay que señalar que la elección del guión de ufotable justifica hasta cierto punto la presencia de Alisha en las ruinas, trama que tarda bastante en aclararse en el juego. Nunca terminé de entender por qué una princesa se aventuraba tan lejos de la capital, sola, en busca de una aldea perdida. Aquí no la busca —lo cual me parece una lástima, ya que en el juego creaba un presagio muy interesante en la historia—, pero sí se explica porqué está sola y también porqué está inconsciente.
La ansiada presentación de los protagonistas, Sorey y Mikleo, viene por fin hacia la mitad del capítulo y aquellos que hayan jugado el videojuego o hayan visto al OVA quizás agradezcan que no sea exactamente igual. Así, acertamos a ver cómo se llevan estos dos personajes, íntimos amigos desde la infancia con juegos de manos que arrancan una sonrisita, y se nos deja claro ya no sólo que uno es humano (Sorey) y el otro no (Mikleo) sino que ambos han sido criados por un poderoso Serafín con el poder del rayo. En este punto me sorprendió un poco la caracterización del abuelo, ya que en el juego siempre se da a entender que daba libertad a sus nietos para corretear por ahí sin miedo. Aquí ostenta una actitud mucho más cerrada y poco dispuesta a que los chicos investiguen cosas peligrosas.
Tanto Sorey como Mikleo son unos nerds de las ruinas y Sorey hasta se sabe de memoria la Crónica que también tiene Alisha. Resulta interesante que ni siquiera ellos parecen tener muy clara la historia del pasado, dónde estaba la supuesta Capital Celestial. Todo eso explica su gran interés por las ruinas. También se justifica el hecho de que hubiera una ilusión que les hubiera impedido descubrirla antes. A pesar de que se da a entender que sienten respeto por su abuelo, ambos están dispuestos a desobedecer las normas impuestas para saciar su curiosidad.
Son competitivos, pero de forma amistosa, y se deja bien claro que ante todo son un equipo.
Por otra parte, la serie debe hacer una serie de cambios menores para que la animación no sea igual a la de la OVA. Estos suplen de diferentes formas. Si bien Sorey no coge a Mikleo cuando el suelo de las ruinas se hunde bajo sus pies, luego lo lleva por la cintura —con un enfoque muy descarado, sin duda para regocijo de las fans de la pareja y para vergüenza de un sonrojado Mikleo— hasta Alisha en un salto muy a lo Indiana Jones: ¡hasta recupera las cuerdas para ir de un lado a otro que usa sin que se vea cómo!
Seguramente para ir más al grano y también por exigencias del guión, Alisha abandona la reticencia que mostraba en el juego frente a Sorey y lo identifica directamente con un Pastor. Se la nota desesperada por encontrar a alguien que pueda salvar mágicamente un mundo que se acaba.
En este sentido, es un acercamiento mucho más interesante que el que realizó el juego, que provoca una sensación más inmediata de carrera contrarreloj. Con todo, hubiera preferido que no se dedicara tanto tiempo al vagar de Alisha por el interior del templo: con el capítulo anterior nos quedó claro lo mal que está el mundo. Este se podría haber dedicado más al desarrollo de la vida cotidiana de Sorey y Mikleo, pues son lo que Alisha lleva buscando desde el principio: un humano especial que viva entre Serafines y un Serafín con habilidades mágicas y puras. Se nos deja ver que los Serafines no desean contacto con los humanos, pero falta un poco de contexto para entender cómo se ha llegado a esta situación y podría haberse aprovechado sin problemas este capítulo para aclararlo y valorar más el acercamiento de Sorey a Alisha.
La animación, como no podía ser de otra forma, es maravillosa y los paisajes, aunque podrían tener más escenas, también son muy hermosos. El templo resulta bastante más siniestro que en el juego y también se aprecian mucho más los detalles. En este capítulo, con todo, el CGI no se ha llevado tan bien como en el anterior. Se notaba un poco en los saltos de Sorey al acercarse a la parte exterior del templo y, también, en la plaga de ¿insectos? que atacó a Alisha. Por otra parte, la música es preciosa y un gran acompañamiento de las escenas, bien animadas y fluidas.
Para finalizar, este capítulo por fin vemos un encantador ending (con la canción calling de fhána) que muestra a los diferentes personajes interactuando unos con otros —y alguna confusión causará entre los que ya conocen la distribución de los miembros del equipo— y un adelanto muy original basado en las skits de diálogo del juego… Donde Mikleo no parece muy entusiasmado ante la idea de que Sorey hable con una chica.
¿Cómo se desarrollará a partir de ahora al guión? Es de imaginar que se seguirá el del juego pero todavía nos quedan una serie de dudas sobre la Malicia y la presencia de Velvet en el opening…
Redactora de artículos variados (Neon Genesis Evangelion, Utena, Nier Automata, Berserk, D.Gray-man) sobre worldbuilding, personajes o narrativa. De vez en cuando alguno de opinión. Tengo un blog donde hago lo mismo pero con libros.
Tales of Zestiria the X
Tales of Zestiria the X es la adaptación al anime del videojuego homónimo de 2015. Se estrenó en 2016, anunciando 25 episodios, con animación y guión de ufotable. La historia sigue las aventuras de Sorey, un muchacho criado entre Serafines en Elysia, desde el momento en que decide convertirse en Pastor.
El Pastor es una figura delicada, que debe restablecer el equilibrio en un mundo atacado por la Malicia, y que debe encontrar a Serafines elementales para que lo ayuden en su tarea. Acompañado de su amigo de la infancia Mikleo, un Serafín de agua, la princesa-caballero Alisha y bajo la tutela de la Serafín de fuego Layla, Sorey emprende el duro camino para convertirse en un Pastor. Tendrá que superar toda clase de pruebas, enfrentarse a los que quieren usarlo como un instrumento político, a los Infernales afectados por la Malicia y a sus propios miedos y dilemas. A la vez, busca un mundo donde humanos y Serafines puedan convivir juntos.
La serie está en las manos de Haruo Sotozaki como director y cuenta con el talento de Motoi Sakuraba y Go Shiina en el aspecto musical, mientras que Akira Matsushima se encarga de diseño de personajes.