Cuando se supo que Lidenfilms trabajaba en un nuevo anime de Berserk, sentí una mezcla de miedo y esperanza al mismo tiempo. Ninguna adaptación se había atrevido a salir del terreno de la saga de la Edad de Oro, probablemente por ser la única trama «cerrada» argumentalmente de tal forma que podría considerarse una serie por sí misma. Pero Berserk es mucho más que la Edad de Oro. Así que al confirmarse que sería una continuación de la trilogía, es decir, que tendrían que cubrirse los eventos de El guerrero negro, tuve muchas esperanzas de que pudiera salir algo bueno. Al fin y al cabo, aunque las películas no eran perfectas, sí que eran una adaptación decente.
Se compartieron diseños de personajes muy acertados. Luego salieron los tráilers. Y el CGI. El CGI barato y malo.
Más allá de que pueda comprender que un estudio no tenga fondos para llevar a cabo un proyecto o que, quizá, confíe en que la fama de Berserk permita experimentar con CGI porque la serie va a atraer por la fuerza espectadores, no puedo evitar ver cómo una falta de respeto que se nos ofrezca una animación tan poco trabajada.
Los modelos, como no podía ser menos teniendo las miles de referencias del maravilloso arte de Kentaro Miura, son excelentes. La ambientación, los colores y el sombreado, también. Incluso llegamos a ver el trabajo de una animación más tradicional en un opening que resumirá el pasado de Guts y sus compañeros en un brutal spoiler para aquellos que no hayan visto antes las películas —o que tuvieran la intención de comenzar por la serie para seguir el orden del manga— pero que resulta emocional para los fans. Al menos hasta que se paran ciertas imágenes y se ve que ni siquiera entonces se ha puesto demasiado empeño en el dibujo:
Puck, por algún motivo, concentra la animación tradicional, mientras que Guts, que se mueve como Terminator, sufrirá en prácticamente cada segundo por culpa del CGI. Sus sonrisas crueles y frías casi parecen una broma. Los giros de cámara impresionantes, que intentan imprimir una tensión a las batallas muy difícil de conseguir con el simple movimiento de los personajes —que parecen más marionetas que otra cosa— fallan estrepitosamente por la lentitud de la coreografía o el abuso de Puck mirándolo todo con la boca abierta.
Intentando ver el primer capítulos sin los ojos de una fan del manga, creo que es una presentación confusa que se apoya demasiado en el manga y las películas. Aun así, consigue mostrar cierto carisma con Guts, cuya actitud hosca y cruel no deja de ocultar una historia detrás… Desmembrada por el opening. Quitando eso, la violencia y la ambientación quizás sean suficientes para mantener atrapada la atención de un espectador.
Y hablando del opening, este comete un terrible error: te cuenta la historia. A trompicones, centrándose en spoilers dramáticos y de forma caótica (y mezclando un CGI que desentona demasiado). Así, el anime se quita de encima el trabajo de insinuar o dejar caer lo que sucedió el pasado de una forma elegante o que incite a los espectadores a averiguar el pasado de los personajes, ya sea mediante el anime viejo, las películas o el propio manga.
Dejando de lado la terrible animación, hay que señalar que la música hace un buen trabajo aunque es una pena que el tema Hai Yo, de Susumu Hirasawa (que compuso la banda sonora del primer anime de Berserk y también la canción del opening de la trilogía de películas) se deje para los adelantos del siguiente episodio.
No estoy muy convencida de hasta qué punto es bueno mezclar dos sagas de golpe —el inicio pertenece a El guerrero negro, pero el resto pertenece a la Saga de la Condena—. Es comprensible querer saltar directamente a la Condena, de la cual se nos han presentado ya a personajes que serán básicos para la historia —Isidro, Farnese, Serpico y una breve narración de la brujita Schierke—, pero no por qué se centran en unos personajes tan olvidables como Colette y su abuelo cuando podría haberse presentado el concepto de los Apóstoles mediante uno o dos capítulos dedicados al Conde y Theresia. Así los que llegan nuevos a la serie podrían aprender mejor sobre el trasfondo del mundo y la actitud de Guts. En cambio, se ha recurrido a una mezcla de flashbacks algo confusos, pero que cumplen su propósito. Pero ¿para qué se meten a los mercenarios del arco de los Niños Perdidos si no se pretende seguir ese camino?
No puedo ponerme en el lugar de alguien que no conoce el manga, pero sí decir que la brusca introducción de los Caballeros de la Santa Cadena no termina de tener sentido, ya que tampoco se ha mostrado en sí que estén persiguiendo a Guts —o por qué lo están haciendo—.
Las quejas no se acaban aquí. El personaje de Casca es básico para la serie de Berserk. El anime desvela gran parte de los grandes eventos que suceden alrededor de este personaje pero no se molestan en mostrar su faceta más importante y es que Guts la veía como una igual. Pero todas sus escenas son sexualizadas o se la enfoca con un aire etéreo y delicado que no se acerca en nada al personaje. Es más, se la contrasta con sus compañeros soldados ya que ella aparece desnuda en la sucesión de flashbacks en vez de vestida como uno de ellos.
Luego está algo que no comprendo y es que fuera necesario volverla blanca. ¿Por qué si en los anuncios se la presentó con un color mucho más parecido al suyo propio? Y no, no era cuestión del sombreado ya que sus compañeros, que sí son blancos, aparecen con su tono de siempre.
En definitiva, las primeras impresiones, como fan de Berserk, son negativas. Muy negativas. No puedo hablar desde la perspectiva de alguien que nunca haya visto Berserk, pero puedo imaginar que el CGI habrá sentado como una bofetada. Porque el trabajo de la animación es pésimo, por mucho que los colores y la escenografía resulten muy acertados. Los diseños de personaje dan la talla, con la excepción de Casca, y el trabajo de los dobladores de voz salva en gran medida las escenas más tensas. Sin embargo, la acumulación de información mediante flashbacks —o, directamente, el opening—, impiden que haya un desarrollo del protagonista que se pueda tratar de una forma lógica y bien escalonada.
Hasta donde sabemos, Kentaro Miura dejó de trabajar en el manga para ayudar con el guión del anime. ¿Hasta dónde ha podido intervenir en un desarrollo tan mal tratado de su propia obra? ¿Fueron suyas las ideas de mezclar de esta forma las dos sagas? No tenemos respuestas. Yo, por mi parte, quiero creer que no le permitieron arreglar estos problemas.
Redactora de artículos variados (Neon Genesis Evangelion, Utena, Nier Automata, Berserk, D.Gray-man) sobre worldbuilding, personajes o narrativa. De vez en cuando alguno de opinión. Tengo un blog donde hago lo mismo pero con libros.
Berserk (2016)
El anime de Berserk, estrenado en 2016, es la nueva adaptación de la obra cumbre de Kentaro Miura, esta vez de manos de Liden Films como productora, y los estudios GEMBA y Millepensee a cargo de la animación. Sigue la historia del guerrero Guts, armado con su gigantesca matadragones que no duda en usar para destruir todo lo que se interponga en su camino.
Marcado por un extraño símbolo en el cuello que atrae espíritus malignos y demonios, busca venganza contra los Apóstoles -monstruos que antaño fueron humanos-, dejando un rastro de sangre y cadáveres allá donde va. En su camino encontrará enemigos como los Caballeros de la Santa Cadena, dirigidos por Farnese y su ayudante Serpico, al fanático Mozgus y, por supuesto, toda suerte de crueles demonios. Guts tendrá que aprender a distinguir qué es lo que más desea, si cobrar venganza contra los Apóstoles, que no dejan de atormentarlo, o si dedicar su vida a proteger a una persona que sufrió un destino tan cruel como el suyo propio.
Kentaro Miura figura como supervisor de esta nueva serie de Berserk. Otros cargos relevantes son Shin Itagaki como director, Makoto Fukami como supervisor del guión, Hisahi Abe al cargo de la adaptación de los diseños de personajes y Shiro Sagisu como compositor musical. Susumu Hirasawa aporta la canción Hai yo -Oh, cenizas.