Reseña: ‘Dragon Ball Z Anime Comics: El Ataque del Dragón’

El filme clásico ahora en formato cómic

Es indiscutible que Dragon Ball da para ríos de tinta sea de la parte que sea. Y si bien en su época era un sinónimo indiscutible de estar en la onda, hoy día las opiniones son más divisorias. Así que, cuando llegó a mis manos Dragon Ball Z Anime Comics: El Ataque del Dragón (龍拳爆発!!悟空がやらねば誰がやる), la adaptación a manga de la decimosexta película de la gallina de los huevos de oro de la industria, se me abrió un inmediato conflicto interno. ¿Estaría a la altura de mis recuerdos? Después de empezar a a hacerme viejo las numerosas decepciones que me ha dado la franquicia a lo largo de los años , lo pondría en duda.

Y no nos engañemos, el formato anime comic, a pesar de estar reconocido en buena estima en el país del Sol Naciente, no es algo que haya calado profundamente en nuestro imaginario popular, lo que lo hacía aún más difícil de disfrutar.

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Tan sólo abrir el tomo me encontré con un bofetón de nostalgia con una descripción de los personajes y algunos puntos argumentales dispuestos como si de una revista noventera (aunque, para ser justos, en Japón se siguen dando estas maquetaciones) se tratara. Y no es sólo hasta ese punto donde llega la maquetación viejuna. De hecho se extiende hasta el más último detalle nostálgico de la entradilla.

Eso sí, cuando llegamos al propio cómic en sí es muy rápido el rescate de algo que no echamos de menos de hace dos décadas: la excesiva americanización del producto. Y es que de no ser por su sentido de lectura oriental me hubiera creído perfectamente que tenía en mis manos un producto de hace más de dos décadas. Onomatopeyas enormes, en inglés y de colores brillantes, capturas en una definición digna de una cinta de vídeo, imágenes sin corrección de color (algunas siquiera se pueden ver con claridad), encuadres que no se completan por ser parte de un barrido dinámico y  un largo etcétera de elementos que, hoy por hoy, quedan fuera de lugar.

Además, se notan las taras un filme de hace más de veinte años. Las limitaciones de la animación de la época (máxime al tratarse de Toei) se trasladan a las páginas (eso sí, como punto positivo he de decir que el tomo a su totalidad está a todo a color), sin un gran esfuerzo de corrección ni optimización, algo visible desde la portada y contraportada.

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En lo que al argumento respecta, nada ha cambiado desde la época, ya que la adaptación narrativa del filme a viñetas es adecuada. De hecho, hace muy buen trabajo en condensar el filme de 52 minutos en centenar y medio de páginas. Y eso es al mismo tiempo una virtud y un defecto, ya que los que vivimos la época de los saiyans en todo su esplendor recordamos con cariño la historia de Hildegarn y Tapion, mientras que los neófitos lo encontrarán como otra de las descafeinadas historias de Goku y sus amigos repartiendo mamporros.

Dicho esto, queda claro qué es Dragon Ball Z Anime Comics: El Ataque del DragónSe trata de un producto muy concreto para cierto tipo de fans de la obra de Toriyama: los que quieren volver a vivir en los años ochenta y noventa, rememorar las fotocopias, las ilustraciones calcadas, los tazos que adelantaban personajes antes de su emisión en televisión y la colección de cromos. Pero por desgracia, si tienes menos de la veintena o si lo que echas de menos de esos años son tu Super NintendoRegreso al Futuro, esto no es para ti.

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