World of Final Fantasy salió a la venta el pasado mes de octubre de 2016 para PlayStation 4 y PSVita. Y no pretende disimular: se trata de un título que juega con la nostalgia de muchos a pocos meses de cumplirse el treinta aniversario de su franquicia. La saga a la que hace honor ha tocado el corazón de todo jugador, en diferentes décadas, y sigue dejando su granito de arena en cada época con una historia épica y mágica, con personajes inolvidables, batallas de rol frescas y divertidas y una música más que propia y reconocible. Cualquier persona a la que le guste el género de los combates por turnos tendrá por seguro un título de la saga como predilecto que le haya marcado o, al menos, habrá coincidido en algún momento con la misma. Allá por mis inicios en el mundo de los videojuegos, Final Fantasy X fue sin lugar a dudas la historia que se quedaría con mi corazón hasta el día de hoy. Y con treinta años de títulos a sus espaldas, Square Enix nos trae un juego que no sólo quiere llegar al público más joven o alejado de la saga, sino recordar los viejos tiempos con sus seguidores más devotos y obtener un resultado más que memorable para la licencia más importante de su historia.
Un nuevo spin-off a la altura de sus predecesores
Allá por el año 2002 Square lanzó Kingdom Hearts, la famosa saga crossover que combinaba la magia de Final Fantasy con los simpáticos personajes de Disney. ¿Quién nos diría, casi quince años después, que se convertiría en una franquicia alabada por millones de seguidores en todo el mundo? Sin duda alguna, compartir plano con personajes como Squall, Cloud o Aeris y rememorar batallas épicas a la altura del enfrentamiento final contra Sephiroth (y con Donald y Goofy de fondo, para más señas) atrajo a muchos jugadores. Y no sólo a los versados en la franquicia de fantasía. Este spin-off tan curioso llamó la atención de gente ajena a los juegos de rol, quienes habían crecido con Disney y tuvieron la oportunidad de visitar a sus héroes de la infancia y ayudar a Sora a salvar los mundos con el poder de la Llave Espada.
Aunque no ha sido el único juego que ha rememorado los clásicos de la saga Final Fantasy y sus protagonistas. Otros ejemplos más que conocidos son Dissidia: Final Fantasy, un juego de lucha con elementos RPG que salió para la primera plataforma portátil de Sony, o Theatrhythm Final Fantasy, un juego puramente musical al ritmo de los temas más memorables de la saga para Nintendo 3DS. Ambos títulos triunfaron y lo demostraron con dos secuelas, Dissidia 012 Final Fantasy y Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call.
World of Final Fantasy se une a esta curiosa lista de crossovers, si bien su presentación y lanzamiento han sido eclipsados durante los últimos años por otros títulos como los esperados Final Fantasy XV y Final Fantasy VII Remake.
Bienvenidos a Grymoire
Sin entrar en demasiados detalles, la historia de World of Final Fantasy gira en torno a los aparentemente amnésicos gemelos Lann y Reynn, que viven su rutina al cargo de una cafetería hasta que un día aparece una misteriosa mujer acompañada de un pequeño zorro de fantasía, Tama, quien les explica a ambos la labor a la que están destinados. Gracias a su ayuda viajan al mundo de Grymoire, con la esperanza de recuperar sus recuerdos y encontrar a su familia. Pronto descubrirán que podrán cambiar su cuerpo a voluntad para asemejarse a los habitantes de Grymoire y que su papel en ese nuevo mundo está asociado a una antigua profecía y al par de tatuajes que tienen en sus brazos, los cuales les permiten capturar a criaturas y monstruos de Grymoire para adiestrarlas en el combate, bajo el título de custodios de mirages.
Puede no ser la historia más original, dado que es la clásica premisa de la franquicia, pero el caso es que logra funcionar y no aburre en absoluto. Presenta toques muy alegres, pero su director, Hiroki Chiba, también sabe combinar escenas cómicas con otras puramente dramáticas a lo largo de un desarrollo más que factible y dentro de la fórmula clásica de los juegos de rol orientales. La exploración se hace bastante divertida con los comentarios de los protagonistas, en los cuales existe una clara semejanza a las conversaciones que mantenía Tiz Arrior con sus amigos en Bravely Default. Esta forma de presentar los diálogos, de la cual ya beben otros títulos como Final Fantasy XV, aporta dinamismo al avance de la historia sin que sea necesario añadir una escena de cinemática.
Pero centrémonos en lo realmente atrayente de este spin-off, porque… ¿quién jugó a la demo y no se interesó en hacerse con este título infestado de pequeños y adorables chibis? Yo la primera, pero independientemente de mis gustos por las cosas monas, debo felicitar tanto el estilo como la selección de personajes de este título. Además de no prescindir de los más famosos como Cloud o Squall, han sabido escoger entre muchos personajes de manera que no sólo sean simples maniquíes para rellenar o adornar para tener contentos a los fans. Sus historias se cruzarán con la de los protagonistas a lo largo de su aventura, y acabarán teniendo un peso narrativo importante. Se puede sentir el cariño puesto en cada una de sus puestas en escena, en las relaciones establecidas entre personajes de entregas diferentes, y en definitiva, su aportación en la historia complementa la principal de forma muy orgánica, sin acudir sólo a una presencia puramente comercial. Aunque sí que es verdad que se ha echado en falta la participación de los villanos de la franquicia (más allá del ya clásico y omnipresente Gilgamesh). Más allá de eso, sólo veremos a Sephiroth, que aparece en el contenido descargable de la edición coleccionista (o como bonus de reserva) sin una historia detrás y un par de menciones de pasada.
Por otra parte, he de comentar que los villanos originales de la historia principal del juego albergaban un posible desarrollo prometedor que, al final, se ha quedado en un trasfondo con falta de profundidad a escasas horas de alcanzar el final del juego. Una lástima, la verdad.
Música, paisajes y diseños que juegan con la nostalgia
El concepto artístico de este título es una preciosidad. Tetsuya Nomura es el diseñador de personajes de esta entrega y es irreconocible su trabajo, al más puro estilo de Kingdom Hearts o The World Ends With You. Además, me atrevería a decir que ha sido una fuerte inspiración a la hora de llevar a cabo la puesta en escena para Hiroki Chiba en el desarrollo de su primer título como director.
Una curiosidad notoria de este videojuego es la posibilidad de cambiar el cuerpo de los gemelos en dos formas diferentes. La propiamente humana, conocido en el mundo de Grymoire como Koloso (la extraña, por así decirlo, entre sus habitantes) y la forma diminuta y cabezona característica de este juego, denominada Pezqueco. Y no sólo es un simple cambio de diseño, porque repercute tanto en el ámbito narrativo como en el sistema de batalla. Pero de eso hablaremos unos párrafos más abajo.
Podremos disfrutar de unos paisajes la mar de coloridos y propios de la saga, con sus correspondientes mazmorras, que dictan de simples pero con mecanismos simpáticos en relación a nuestros mirages. Un detalle que me gusta personalmente es ese bonito sistema de desenfoque en la lejanía que da a los paisajes una mayor sensación de profundidad y un encanto especial sin duda, al igual que el uso inteligente de la luz.
Otro detalle bastante curioso es la integración de algunas cinemáticas al más puro estilo de anime que nos regalan escenas importantes de la historia o la preciosa introducción del juego con la canción Innocent², interpretada por la artista Mizuki. La banda sonora, aparte de rememorar temas famosos de la franquicia, también tiene en su repertorio composiciones originales de la mano de Masashi Hamauzu, reconocible sin duda por su trabajo en Final Fantasy XIII, y a la vez su colaboración con bandas sonoras como la de Final Fantasy X (además de su arreglo instrumental para Piano Collections) u otros trabajos propios como Chocobo’s Mysterious Dungeon, SaGa frontier 2, Unlimited SaGa y Dirge of Cerberus: Final fantasy VII.
La selección de voces en inglés es muy acertada y tiene unas interpretaciones realmente convincentes, además de repetir con actores a quienes ya le pertenecen la voz de personajes importantes de la franquicia Final Fantasy como Steve Burton (Cloud), James Arnold Taylor (Tidus), Ali Hillis (Lightning) o Hedy Burress (Yuna), así como sus homólogos nipones. Querría hacer también una mención especial a la traducción del juego, la cual se nota la mar de cuidada hasta el más mínimo detalle, como por ejemplo la adaptación de algunas expresiones y el uso de los diminutivos en determinadas ocasiones, además de las divertidas y alocadas descripciones de los mirages que vamos encontrando a lo largo de nuestro camino.
¡Hazte con todos los Pokém… Mirages!
Nos encontramos ante un juego de rol clásico con una sistema de Batalla en Tiempo Continuo (BTC) que ya hemos disfrutado en otras entregas de la franquicia, con la posibilidad de acceder a un menú clásico nostálgico de la franquicia o un nuevo menú dinámico con accesos rápidos más rápido una vez el jugador se acostumbra.
Avanzaremos a lo largo de las mazmorras del juego y lucharemos en combates por turnos aleatorios, con la posibilidad de capturar a los monstruos que nos vayamos encontrando por el camino al más puro estilo de Pokémon con unos artefactos cúbicos que servirán para conservarlos. La captura de estos Mirages es realmente divertida y adictiva, pues no se obtienen tras debilitar su barra de vida, o sí. Depende de cada especie. Gracias a la habilidad Libra adivinaremos cuáles son sus condiciones de captura, que puede ser tan simple como acorralarlo sin compañeros que le echen una mano como utilizar un determinado hechizo sobre él.
¿Y qué se hace con estas criaturas que capturamos? ¡Aquí viene lo interesante! Cada uno de los gemelos tendrá la posibilidad de crear torres con los demás monstruos, apilarse unos sobre otros y conseguir unos parámetros o habilidades determinadas dependiendo de las criaturas que elijamos. Recordemos que los dos protagonistas podían transformarse en Koloso o en Pezqueco, otro punto a destacar en la formación de torres si tenemos en cuenta que se tratan de tamaños diferentes.
Las torres están conformadas por tres niveles dependiendo del tamaño de los Mirages: S, M y L. Como es de suponer, el tamaño L irá abajo, soportando a M, y éste a S sobre su cabeza. Lann y Reynn tendrán la posibilidad de ser el pilar soporte de la torre en su forma Koloso o encontrarse en la mitad de ésta como un adorable Pezqueco. Con esto dicho, las posibilidades son infinitas en cuanto al tema de combinaciones se refiere.
A pesar de obtener un montón de ventajas en batalla como el aumento de determinados parámetros o la combinación de magias poderosas, bien es cierto que también existen limitaciones, como la Estabilidad de la torre. Si mantener el equilibrio ya de por sí es difícil, ¿qué ocurrirá si recibimos golpes potentes uno tras otro? De este modo, la torre puede caer y desacoplarse. Y aunque el juego advierte de que es buena estrategia dividirlos de vez en cuando, yo por ahora lo he asociado a una muerte instantánea o próxima, por lo que es necesario tener un objeto o un hechizo que nos salve del apuro antes de que la torre se desplome, o incluso desaclopar y volver a reunir a la formación sin el aturdimiento provocado por la caída inminente.
A medida que avance el juego nos encontraremos con los protagonistas de la saga Final Fantasy. Personajes como Cloud, Squall o Lightning podrán ayudarnos en combate una vez los hayamos conocido y desbloqueado, a modo de invocación. Tendremos una barra adicional visible en el menú que irá llenándose a la hora de atacar o recibir daño. Dependiendo del número de estrellas que acumulemos, un total de tres como máximo, podremos llamar a nuestros héroes para que nos echen una mano con ataques poderosos que, además, nos proporcionarán algún tipo de beneficio, como el aumento de ataque físico o defensa mágica, por ejemplo. A medida que la historia avance, tendremos que pensar cual de estos adorables guerreros nos beneficiará en un combate determinado, pues sólo podremos conservar a tres de ellos por batalla y algunos acudirán a nuestra llamada con una estrella o serán exigentes con un valor de dos estrellas.
Otro tipo de invocación, por así decirlo, son los Mirages de tamaño XL, a quienes no podremos usar en la formación de torres pero sí realizar una llamada especial para subir a los dos gemelos a lomos de él. Este Mirage podrá combatir hasta que se quede sin puntos de acción o se agote su nivel de vida, devolviéndonos a las formaciones anteriores. Si bien puede tener utilidad, opino que podría haberse perfeccionado más esta posibilidad porque no destaca bastante en comparación a las invocaciones de Cloud o Tidus, las cuales aportan mayores ventajas en la batalla.
El desarrollo de habilidades correrá a cargo del Tablero Mirágico, un árbol de habilidades y parámetros muy parecido al sistema de tablero de esferas de Final Fantasy X, que nos permitirá decidir el desarrollo de cada Mirage y mejorar su poder de ataque o su defensa, y además, hacerles «evolucionar» y adoptar diferentes formas que iremos desbloqueando en el tablero a través de las llamadas Evocaciones. Estos cambios de forma suelen estar asociados a cambio de tamaño, por lo que las posibilidades de combinar nuevas torres se expanden si podemos hacer que nuestro pequeñín de arriba se vuelva de repente la base..
Más de sesenta horas de diversión
World of Final Fantasy cuenta con una buena cantidad de horas adicionales para descubrir contenido extra. Por ejemplo, podremos invertir tiempo en el Coliseo para enfrentarnos a enemigos que nos hemos encontrado a lo largo de la aventura, pero con una dificultad adicional de nivel, llegando a cifras que suponen un verdadero reto. Por otro lado están los Viajes Astrales, pequeñas historias centradas en los protagonistas clásicos de Final Fantasy que irán acompañadas de buenas recompensas tras derrotar a un jefe concreto, sin duda uno de los extras que disfruté más por el hecho de ver de nuevo a Tidus y Yuna juntos o de descubrir a personajes como Bartz, Edgar, Snow o al Caballero de la Luz. También podremos realizar otra serie de misiones secundarias a modo de encargos, regresar a antiguas mazmorras para acceder a sitios secretos o enfrentarnos a monstruos que dejamos atrás en más de una ocasión por un nivel superior al nuestro, generalmente escondidos en las Fisuras Lúgubres.
Una mención especial a los cuatro minijuegos existentes en el título. Si bien una servidora está en proceso de hacerse con el platino, conseguir los logros asociados a cada uno de estos supone un auténtico reto. Llegando hasta el punto de la desesperación total. Existe un pico de dificultad alto y los juegos no parecen estar bien planteados y parecen ser dependientes del generador de números aleatorios de la consola. En algunos, necesitaremos más de veinte intentos para que sea posible alcanzar la puntuación exigida y no es raro quien ha tenido que tomar más de setenta intentos para ganar una suerte de híbrido entre hundir la flota y el buscaminas bajo unas condiciones muy concretas para desbloquear un monstruo adicional. No exagero si digo que estas cifras son reales, pero por otro lado, conozco casos en los que se han conseguido los objetivos en tan sólo dos o tres intentos gracias a una suerte que no está al alcance de todos sus jugadores.
Si a todos estos aditivos le sumamos la historia principal y todo el contenido que nos lleva a conseguir el cien por cien, con el imponente reto de hacerte con todos los Mirages y completar más de cien tableros de desarrollo, aparte de abrir todos los cofres y encontrar todas las zonas secretas, el contador de horas del juego va a terminar desbordándose.
Veredicto final
World of Final Fantasy no es el mejor juego del año, pero no pretende serlo, pues su cometido es diferente. Este título ofrece una ventana a la nostalgia y un precioso homenaje a la altura de los treinta años de la franquicia más importante de la historia de Square-Enix. Celebra los cánones de la licencia, rememora las mecánicas clásicas de antaño y presenta una duración tan amplia como cualquier otro título de la compañía.
Es, por así decirlo, una carta de amor a sus seguidores, con tanto cariño invertido que es inevitable no responder a su equipo con estas bonitas palabras.

- Ventana mágica a la nostalgia
- La captura de criaturas mágicas es original dentro de la franquicia
- Visual y sonoramente es un juego precioso
- Más de sesenta horas de diversión
- No tiene una historia épica y adulta a la altura de la saga
- Existen picos de dificultad altos y mal planteados