Allá por el año 2012 Ediciones Babylon presentaba Spyglass, un tomo único y obra debut de Alejandra M. Campos, o Taki para los amigos. Tras ganar el concurso nacional de manga celebrado el año 2011 en el Salón de Manga de Barcelona, esta joven promesa tuvo la oportunidad de debutar en España con esta pequeña obra. Spyglass decide sorprender al lector con una historia inusual que es difícil de catalogar dentro de los géneros más comunes del manga. Y una servidora, aunque ha disfrutado de la lectura, tiene un extraño regusto, algo amargo, con la historia y con sus personajes. Antes que nada, os pondré en situación.
El protagonista de la historia, de identidad desconocida, sigue a una muchacha en su camino hacia la universidad, a quien llama Uno. Los martes es el turno de Dos, un chico a quien también espía en un parque tras salir del instituto. Los jueves, por último, tiene a Tres, una madre que, tras dejar a sus hijos en el colegio, se sienta en una cafetería a llorar. La voz cantante de la obra no entiende por qué comenzó a seguir la rutina de estos tres desconocidos, ni por qué los escogió. Sin embargo, ahora forman parte de su propia vida y le es incapaz de detener esa extraña obsesión que alivia su existencia, en cierto modo.
Lo que llamará más la atención de este manga de procedencia española, aparte de su dibujo, precioso sin duda, es el guión y sus protagonistas. Difícilmente se puede clasificar a este tomo único en un género concreto del manga. Trata temas de la rutina diaria, tiene algo de drama y, además, lo consideraría un manga adulto para saber entender o intentar comprender la mentalidad del protagonista. Aunque sea algo difícil de digerir.
Ciertamente es un tema interesante y nos abre las puertas a una persona que ahoga su soledad o su vacío existencial espiando la vida de otras personas. Algo que, si nos ponemos a pensar, sucede más a menudo de lo que uno llega a pensar. Por poner un ejemplo cercano, tenemos las redes sociales como arma de doble filo que, si no se utilizan bien, pueden ser un acceso más que viable para esa clase de personas que buscan algo o alguien que las mantenga entretenidas o las haga sentirse plenas, llegando al punto del abuso y el acoso. Igualmente, el manga no habla de un caso potencialmente peligroso, pero es aquí donde me viene una pregunta a la cabeza. ¿Esto sucedería en la vida real?
¿Os soy sincera? Lo vemos y leemos a diario en los telediarios y en los periódicos. Cualquier tipo de acoso, independientemente de las intenciones, es una acción que va en contra de la intimidad y los derechos de cualquier ser humano.
Es por ese motivo, que puedo creerme la historia en cierto modo, pero no a los personajes. Y me da lástima porque es una historia interesante que te mete en la cabeza de una persona con una obsesión que le puede acarrear muchos problemas. Hay reacciones y situaciones dibujadas en el manga que no me parecen en absoluto algo que podrían acontecer en la vida real.
Seamos sinceros, si hubiera un acosador siguiéndoos hasta casa, ¿tendríais el valor suficiente para enfrentaros a él, cara a cara, los dos solos? ¿Sin avisar a la policía de antemano? Otro ejemplo es el derecho a la confidencialidad en lugares públicos. Profesionales que no deberían informar a desconocidos de la vida personal de una persona a su cargo. Igualmente, reflejo estos detalles porque se nota desde el principio que la autora nos quiere meter de lleno en algo adulto y realista, y que por culpa de estos detalles, no llega a convencerme del todo su puesta en escena.
Por otro lado, Spyglass trata bastante bien las circunstancias de cada uno de los personajes y sabe adaptarlo a la historia. Ninguno de ellos tiene algo en común, son bastante diferentes, pero independientemente de que sean víctimas o acosadores, todos y cada uno de los personajes del elenco lo pasa mal por circunstancias de su vida personal y se refleja muy bien el cómo intentan solventarlas o ignorarlas a la hora de seguir una rutina que parece no tener fin, no hasta que alguien decide hacer algo por ellos.
Un tema del tomo que roza la realidad a medias. Si bien una persona no llega a enterarse del acoso que estaba viviendo y acaba siendo ayudada, las otras dos actúan (no de una forma inteligente, pero lo hacen) para que este acosador los deje tranquilos y no se meta en sus vidas.
Finalmente, destacaría que tiene un final correcto. Un tomo único puede prometer mucho en el inicio y quedarse en nada al final, pero Alejandra ha demostrado que desde el principio tenía pensado un desarrollo y un final concreto.
Como he mencionado anteriormente, el dibujo es muy bonito y cuidado, muy al estilo del género shojo y bastante limpio. Puede que eche para atrás a algunos lectores por catalogarlo en el género romántico al verlo en la estantería de las librerías, pero no tiene nada que ver con lo que se plantea en la historia. Se nota cierto desequilibrio con respecto a los fondos, bastante simples, en comparación al sinfín de detalles en el diseño de personajes. Aunque parece ser el estilo de la autora y no es algo a lo que se le deba dar especial importancia cuando es capaz de dibujar unos primeros planos tan preciosos y detallados.
Impreso con sobrecubiertas y con sentido de lectura occidental, Spyglass es una historia adulta que trata la superación personal de miedos y complejos, pero que defiende emocionalmente el acoso y puede no ser plato de buen gusto para algunos lectores. Eso sí: es un tomo que se aleja de la temática habitual y eso se agradece a la hora de saborear nuevos tomos, y más si viene de la mano de una paisana.

- Historia original y alejada de la temática habitual
- Dibujo limpio y detallado
- Desenlace correcto
- Defiende el acoso a partir de una base emocional
- Existe cierto desequilibrio entre fondos y primeros planos
- Los personajes son poco creíbles en situaciones concretas y serias