En dos tomos repletos de belleza y tragedia a partes iguales, Milky Way nos trae el inicio de la Colección Asumiko Nakamura, una autora que ya es conocida por estos lares, especialmente por sus obras Utsubora y En la misma clase. La colección que lleva su nombre, iniciada con La Respiración de Copérnico, contará en total con 8 tomos —respetando la edición japonesa— y promete calidad y, sobre todo, variedad. Pero ¿qué tiene Copérnico para hechizar al lector?
La obra nos sitúa en París en los años 70, concretamente en un circo que ha conseguido cierto renombre gracias a un director estricto y que tiene claro hacia dónde debe dirigir su negocio. Sin embargo, el mundo circense no vive su mejor momento debido a las innovaciones en el espectáculo y a las nuevas formas de entretenimiento.
Es en este contexto donde nos encontraremos con una serie de personajes diferentes entre sí, pero con un mismo trasfondo dramático. El protagonista de esta historia, Trinos, es uno de ellos y a su alrededor giran toda una serie de hombres y mujeres que portan sus propias desgracias: un malabarista silencioso, una trapecista utilizada, una esposa reprimida, un estudiante confuso… Trinos vive aletargado sin ser consciente de lo que le rodea: la pérdida de su hermano en un accidente circense lo atormenta, se ha convertido en un payaso que no puede sonreír y el fantasma del pasado se empeña en aferrarse a él de una forma que nos hace cuestionar su propia cordura. Una trama oscura que se nos presenta a veces caótica debido a los recuerdos que afloran poco a poco en el protagonista, quien todavía puede ver a su hermano flotando a su lado ofreciéndole un consejo que nadie más puede darle.
En un punto donde no puede soportar más el dolor, Trinos se aferrará a la única solución que se abre ante sus ojos: dejarse llevar fuera del circo y huir de un mundo que sólo le despierta remordimientos. ¿Hay esperanza para él fuera de una carpa de colores?
En La Respiración de Copérnico, la autora consigue desplegar ante nosotros un elenco diverso de temas como si de un abanico se tratase. Cuestiones como la dignidad, la homosexualidad, el incesto, la perversidad del ser humano, la fuerza de los sueños, el sacrificio por una vocación… abruman por la profundidad y el lirismo con los que Asumiko Nakamura es capaz de transmitir situaciones y emociones tan diversas. Consigue tallar un cristal que nos muestra en sus múltiples facetas la realidad en la que viven los seres humanos, y éste sin duda es el mejor punto para una obra cargada de sentimiento y poesía.
A pesar de que el circo será el motor y el centro de la historia, ésta nos llevará a otras realidades que, a priori, pueden parecer menos tóxicas o incluso agradables: un matrimonio que parece feliz ignorándose, un estudiante de prestigio que se deja llevar, el día a día en un restaurante chino. Trinos baila entre todos estos mundos, siempre confuso y sin saber hacia dónde avanzar.
Lo único negativo que se podría presentar en esta obra son precisamente el tratamiento de ciertas tramas —o situaciones de los personajes— que pueden ser difíciles de digerir para algunos lectores por la dureza de las mismas: cuestiones como el incesto o el uso de violencia sexual no siempre son del gusto de todos. Aparte de esto, el dibujo en ciertas escenas es un poco complicado de seguir y da una sensación de un trazo no muy limpio. Sin embargo, para los que ya estén acostumbrados al estilo propio de la autora quizá no lo noten en exceso ni les suponga una traba.
Para terminar, como no podía ser de otra manera, la editorial asturiana está a la altura de una historia que lo merece con una edición cuidada y bien construida. La traducción ha supuesto un reto en ciertos pasajes poéticos y en Milky Way lo han sabido sobrellevar. Aparte, se agradece que los fragmentos en francés no se traduzcan para reforzar aún más esa atmósfera circense parisina. Sin duda, un inicio fantástico de la Colección Asumiko Nakamura que hará las delicias tanto de los que ya conocen a la autora como de los que no.
Aficionada a muchas cosas y sin tiempo para todas. Intento transmitir a los demás aquello que me ha gustado y compartir también lo que no me agrada.
Un gusto: la lluvia en diciembre.
Un disgusto: las críticas destructivas.
- Un drama circense bien llevado
- Personajes que reflejan al ser humano en diversas situaciones
- Una historia con fuerte carga emocional
- Algunos temas pueden ser muy crudos para el lector
- Dibujo a veces no muy definido