Reseña: ‘Knights Errant’, el drama histórico de Jennifer Doyle

Probablemente acabarás enamorándote de Wilfrid

Knights Errant es un webcomic gratuito de Sparkler Monthly, fruto de la mano de Jennifer Doyle. A los que busquen una historia dura, cínica, con personajes de diversas sexualidades y cuya trama no se centre en eso sino que sea solo un elemento más de un drama político e histórico, desde luego les interesaría echar un vistazo.

¿Cuántas veces se han hecho mangas inspirados en la tríada de cristianos, judíos y musulmanes? No muchas, al menos no todos juntos y en un universo paralelo, que a algunos le recordará algo al sabor de Juego de Tronos por su crueldad y realismo, si bien el trasladar elementos de nuestro mundo a uno muy similar —aunque, de momento, no mágico— es bastante habitual. Sin ir más lejos, podríamos mencionar La heroica leyenda de Arslan, que tiene un tono más épico y menos grotesco, para que nos hagamos una idea.

En Knights Errant seguimos la historia de Wilfrid, prisionero condenado a muerte en una ciudad asediada, y que hace un pacto con uno de los carceleros para escapar. Este joven, Beppe, que es un converso forzado, le pide a cambio una sola cosa: que consiga que los asediadores entren por un pasaje secreto. Solo así podrán librarse del fanático Margrave Olbrecht y acabar con el hambre que está matando a la población.

Las cosas, con todo, no son tan sencillas. Ni Wilfrid es buena persona ni está demasiado interesado en abandonar así sin más, pues parece tener una fijación concreta con el gobernante. Beppe y su pareja Anton, por otra parte, actúan sin ser sinceros el uno con el otro y tienen dos visiones muy distintas sobre su conversión a la religión mayoritaria. Fuera, además, encontramos a toda una serie de personajes variados; unos más dignos, otros más crueles —la historia de dos caballeros, Oswald y Kadeen además se expande un poquito en un relato que se puede comprar tanto en físico como en digital junto con todo el primer tomo de Knights Errant, que además incluye una versión actualizada de los primeros capítulos—, de diferentes tonos de gris.

Aunque la historia de Knights Errant gira alrededor de esta ciudad asediada, el contexto es mucho más grande. Hablamos de tramas políticas de reyes que tuvieron que subordinarse y convertirse —personalmente el aire a la Reconquista de la Península Ibérica me parece muy intenso—, de asesinatos, intrigas políticas y venganzas que se tuercen y no dejan el sabor de boca que uno debería esperar.

No solo eso, sino que se recogen tópicos como el travestismo por necesidad (en otras palabras, a lo Mulán) y lo lleva a tratar la identidad de género como un elemento más. A pesar de la cantidad indescriptible de personajes masculinos que hay —y se siente la ausencia de mujeres—, dos figuras siempre andan presentes en las bambalinas y se alejan de los clichés. Queda mucho por ver sobre cómo son estos dos personajes, pero al menos uno de ellos está tratado desde el más profundo respeto y se comporta como una persona, no una mujer vestida de hombre que en cuanto se descubre que tiene aspecto femenino pasa, por ciencia infusa, a cambiar de aspecto y de comportamiento para que se acerque a lo que nosotros entendemos por una mujer.

Knights Errant tiene un arte consistente, que ha evolucionado desde que se comenzó a publicar hacia un estilo más delicado y refinado. Buena parte del primer tomo está a color, si bien luego la dibujante se ha decantado por empezar a poner más páginas en blanco y el negro —probablemente para ahorrar tiempo—, pero los fondos están detallados, se siente el movimiento y la intensidad en cada página. Además, el empleo de los colores primarios para dar fuerza a las escenas más dramáticas tiene un gran impacto a medida que se va leyendo. Da una sensación de crudeza mucho más intensa que si fueran unos colores más tratados.

El ritmo es lento y se toma su tiempo para presentar a los personajes. Esto nos permite una narrativa interesante, que no necesita decirte que Wilfrid es malicioso o astuto, porque lo vemos por sus acciones. En particular aprecio que, a pesar de que el Margrave se desgarre la espalda a latigazos y sea particularmente cruel, eso no impida que sea un personaje carismático, tranquilo y con un pasado muy interesante. No solo eso, sino que los protagonistas vienen de diferentes capas sociales y situaciones, por lo que sirven para marcar la sociedad y la mentalidad del mundo. Todos tienen varias capas, traumas y por un motivo u otro se les puede echar en cara algo que hacen. Quizás sea mejor azotar a tu amigo si te obligan a ello, para evitar así un castigo mayor, pero eso no te hace menos cobarde. Puede que seas un gran caballero y un hábil estratega, pero eso no impide que seas un sádico y una terrible persona. Y, aun así, poseen algún rasgo o circunstancia que impide que puedas odiarlos por completo.

El mundo es, sin duda, lo menos desarrollado. Cualquiera que empiece Knights Errant se perderá un poco con los términos de las religiones (Ibra’ma-Cristiandad, Jehedda-Islam, Asharda-Judaísmo), en parte por el uso de nombres despectivos para los creyentes «enemigos» (como puede ser Clay o arcilla) cuando todavía no se han asentado demasiado las diferencias. No solo eso sino que cuesta hacerse el mapa mental de la región. Son, sin embargo, detalles menores porque es una historia muy personal, que transcurre a propósito en un lugar cerrado y pequeño, que casi causa claustrofobia por cómo de encerrados están los propios personajes debido a sus acciones.

Hay bastantes escenas de lucha y violencia a medida que la trama avanza y la historia es, como digo, cruel y directa. Se siente muy humana, con sus desgracias e hipocresías. El trabajo que hay tras esta obra es maravilloso y cualquiera que sienta cierto interés en la Historia o quiera personajes que no sean blancos o con sexualidades más variadas, ¡debería echar un vistazo! Al fin y al cabo, ¡es gratis! Eso sí, está completamente en inglés.

 

Lo mejor
  • Variedad de personajes
  • Moralidad gris
  • Impresionante uso del color
Lo peor
  • La historia es algo lenta al principio